2. Un Corazonista bondadoso y agradable el
Padre D. Ignacio Bereciartúa, capellán casi
toda su vida en Sánchez Toca .
En sus largas ceremonias, llenábamos la
capilla e incluso se abrían las puertas del
hall para que cupiésemos todos, manejaba
el incensario esperando todos que su
aroma se expandiese por la capilla
mientras cantábamos a pleno pulmón,
acompañados de un armónium por el
Tarsicio.
Nos quedábamos asombrados cuando se
comía todas las formas corporales que
sobraban el día de Jueves Santo para que se
quedase el Sagrario vacio.
Había monaguillos fijos y de recambio con
sus uniformes correspondientes.
Llamaba mucho la atención uno de sus
dedos de la mano izquierda, le faltaba una
falange.
Las confesiones después de la 1ª Comunión
a Carmelitas.
3. Primera comunión para los nacidos en los 50. Se celebró en el Colegio el día de la
Ascensión 30 de mayo de 1967, llovió como no lo había hecho nunca, lo recuerdo
porque nos resbalábamos, acostumbrados a las “chirucas” …
El traje era variado de marinero claro, pero había oficiales y simples reclutas. Por
primera vez hubo chicas y nos asombró a todos.
4. No os digo, Fuentes de Almirante mientras Beltrán Pérez Álvarez, Jáuregui y yo de
marinero raso (a baldear la cubierta). Pero eso si con toda la parafernalia bien puesta:
lacicos, velicas, florecillas de primavera…
5. En Mundaiz tuvimos dos capellanes:
- D. Ignacio Goicoechea, fumador empedernido, que ni cortaba ni pinchaba pasaba
como pura exhalación . Euskaldun. Muy serio y jamás esbozó una sonrisa.
- D. Miguel Garijo “EL GARIJO” para los alumnos, sustituye en septiembre de
1963 al anterior capellán. No hay que quitarle valores al buen hombre. Era
simpático, cercano al alumnado, daba algunas clases de “reli” y celebraba en
Franciscanos las misas correspondientes a la época ya que los domingos era
obligatorio acudir a Sánchez Toca.
- Su celda estaba situada al margen de los hermanos, junto al frontón.
-Cotilleo: nos hacía gracia su modo de fumar, no tragaba el humo y tan sólo
quemaba cigarrillos.
6. Los ejercicio espirituales, momentos de
reflexión, que yo recuerde, se celebraban
en Franciscanos, pero en 5º de bachiller
nos llevaron a Ulía bajo la dirección del P.
Luis Vivó Consiliario Diocesano de J.E.C.
Íbamos a una capilla oscura alumbrada
solo con cilios rojos y allí te encogían el
cuerpo entero pensando que había que
comulgar y rezar los primeros viernes de
mes para que tuvieses la atención de un
sacerdote a la hora de tu muerte.
Nosotros en los raticos de ocio nos
acercábamos al caserío de la bruja de Ulía
para que nos leyese la mano y nos contase
cosas divertidas. Bebíamos sidra,
fumábamos y alguno llevaba revistas
“ADECUADAS” para la ocasión.
Esta referencia está redactada en la revista
por Alejandro Muguruza.
El P. Luis Vivó en la actualidad.
7. He logrado localizarle porque
canto en el coro de la parroquia
de San Ignacio donde el acude
a colaborar con los tres
sacerdotes que allí se
encuentran.
Como veis, tiene 83 tacos,
camina con bastón y está
bastante deteriorado.
Es muy simpático
8. A comienzo de curso y bajo el auspicio del
P. Luis Vivó se crearon movimientos con
inquietudes religiosas, éste se llamaba
“J.E.C. (Juventudes Escolares Cristianas ).
Sus quehaceres consistían en ser un
director espiritual de sus compañeros, no
era perfecto, pero dicen que resolvían
problemas a los demás.
Rondaba el curso 1964-1965 y este grupo
tomaba parte en la paraliturgia con
ocasión de la festividad de la Inmaculada,
otros se dedicaron a Cáritas.
A mediados de curso surgió otro grupo
con la misma idea.
Este artículo lo escribió para la revista
escolar Ángel Gabilondo (6ºA)
9. En sexto de bachiller el 26 de marzo de 1966 se congregó en alumnado para realizar los
ejercicio espirituales anuales, en Estella. La foto, con el alma limpia, se obtuvo en la
escalinata de acceso a la casa de ejercicios que está al lado de la Virgen del Puy.
El cura es el Jesuita Padre Llanos.
10. La biblia que nos enseñaron en
Sánchez Toca, entiendo que fuesen
una serie de cuentecitos del
Antiguo Testamento donde un Dios
vengativo te mandaba al infierno,
pasando antes por el purgatorio.
Explicado a base de láminas
aterradoras donde tenías que ser
bueno por “cajones” ya que éramos
muy niños y nuestra mente no
estaba preparada para entender las
profundidades que implica ser
cristiano.
Con el Nuevo Testamento la cosa
cambiaba un poco pero tenías el
miedo metido en el cuerpo.
También la sociedad de antaño se
prestaba a esa religión normativa.
11. En Mundaiz, tras repasar el Antiguo
Testamento cambiábamos de rumbo y
trabajamos más el Nuevo Testamento.
Era un continuo memorizar lecciones del libro
de religión y recitarla tal cual venia explicado.
Era una María de entre todas las asignaturas.
Creo que ni los pobres Hermanos
Corazonistas sabían enfocar la asignatura.
Pero con la madurez que suponía el paso de los años, siempre nos quedábamos
con el cuentecillo, sin profundizar en lo que verdaderamente implicaba el ser
cristiano.
No pretendo decir que fuese una clase de teología, pero hoy se exige para dar
clase en un centro religioso el “DECA DEI”, pero hacer creer que hubo tres reyes
magos con sus nombres. En el fondo se contó así para que coincidiesen los tres
valores del recién nacido: Dios (incienso), REY (oro) y HOMBRE (mirra) y el
pueblo llano entendía o se lo tragaba. Nosotros íbamos a un centro religioso
consiguiendo una cultura memorística pero analfabetos en religión.
Además todos los meses con los días numerados nos repartían, lo recuerdo de
5º, un papelito con un examen nominal sobre nuestra vida espiritual. Cuántas
veces: te has santiguado, acercado al Santísimo, rezado el rosario, molestado al
compañero, cumplido tus deberes escolares etc…