La política monetaria aglutina las acciones de los bancos centrales para ajustar el mercado monetario y dirigir la economía hacia objetivos macroeconómicos como controlar la inflación, reducir el desempleo y conseguir crecimiento económico mediante el uso de factores como la masa monetaria y el coste del dinero. Los bancos centrales utilizan la cantidad de dinero como variable clave para regular la economía y alcanzar estos objetivos. Sin embargo, la política monetaria tiene limitaciones y a menudo altera otros factores económicos,