Los seres vivos se caracterizan por tener estructura celular, metabolismo, y capacidad de adaptación, homeostasis, crecimiento y reproducción. Para ser considerado un ser vivo, un organismo debe cumplir con todas estas características, como tener una estructura formada por células, realizar reacciones metabólicas de anabolismo y catabolismo, y mantener funciones vitales como nutrición, irritabilidad y reproducción.