Paulo Freire discute las relaciones entre la identidad cultural y la educación. Señala que aunque las personas heredan elementos culturales, también se desarrollan continuamente a través de las relaciones dinámicas con los demás. Aprender, enseñar y buscar el conocimiento son elementos inherentes a los seres humanos, aunque se necesita luchar por la libertad para formar nuestra propia identidad cultural dentro del contexto social.