El documento contrasta las expectativas y realidades de la mujer actual. Por un lado, se espera que sea empoderada e independiente, pero en realidad se siente sobrecargada, frustrada y insatisfecha. También distingue entre una mujer "empoderada", que vive de acuerdo a los estándares sociales sin tiempo para la familia, y una mujer "poderosa" que entiende su papel y se dedica equilibradamente a la familia y a sí misma.