Un accidente cerebrovascular es una interrupción repentina del flujo sanguíneo al cerebro que puede ser isquémico o hemorrágico y causa síntomas como pérdida de fuerza, dificultad para hablar y mareos debido al área cerebral afectada. Su prevención incluye evitar el tabaquismo, el alcoholismo y mantener un estilo de vida saludable, mientras que su tratamiento implica administrar medicamentos antiplaquetarios, analgésicos y antagonistas de canales de calcio.