Las bases de datos buscan unificar los datos y las aplicaciones que los manejan para evitar la redundancia de información y mejorar la consistencia de los datos. Anteriormente, los programas dependían de la estructura de los archivos de datos, por lo que los cambios en la estructura requerían modificar los programas. Las bases de datos mantienen los datos e independizan las aplicaciones para que los programas puedan trabajar concurrentemente en los mismos datos almacenados centralmente sin duplicarlos.