Agarrando pueblo. Carlos Mayolo y Luis Ospina (1977 - Colombia)
1. Título: Agarrando pueblo
Director: Carlos Mayolo, Luis Ospina
Año: 1977
País: Colombia
La mejor forma de empezar a entender esta película es no haciéndolo. En lo personal, prefiero
hacer una deconstrucción y análisis de la obra, antes que tratar de entenderla. Al momento
de verla y mientras corrían los minutos, pude sentir que había algo más, que detrás de la
fachada que presenta la historia, hay un mensaje e intención cinematográfica que al principio
deja al espectador confundido pero que al final es más importante que la forma en sí misma.
Este film de 24 minutos retrata la pobreza, miseria y (para algunos) ridiculización de una
realidad colombiana que irónicamente, desde el falso falso documental, termina siendo
verdad. ¿Por qué utilizar una doble falsedad? Según la lógica aristotélica, una doble negación
representa una verdad y en este contexto, “Agarrando pueblo” es un documental ya que
muestra, a través de personajes antirreales (construidos a partir de un guion y pensados antes
de la puesta en escena) la idiosincrasia, cultura y carácter de colombianos que vemos todos
los días en el espectro de la ciudad.
Luis Ospina y Carlos Mayolo hacen uso de una herramienta que, para la época y el contexto
un tanto “conservador” si se puede llamar de la sociedad colombiana y el cine independiente,
era diferente. En la actualidad, con la llegada del internet y la globalización no solo política,
sino también, artística y arriesgada, conceptos como la sátira, la burla y el desapego, han
perdido controversia, pero a finales de los 70´s con la exploración y transformación de esta
realidad, el cine de este grupo caleño, particularmente, apropio y popularizó este concepto
de miseria que en el exterior se vendía fácilmente, (aunque no por eso se deba entender como
un vil proyecto banal, mercantil y negativo) si no con matices de denuncia social y crítica
que se expande hasta en toda Latinoamérica.
Al principio mencioné que era mejor no entender esta película, ya que cualquiera de nosotros
al comienzo, se siente viendo un circo, un espectáculo, de monos y payasos que te hacen reír
por sus actos trágicos, de comedia y de “maldad”. Este show de ver el sufrimiento del otro
no es algo que se inventaron los del Caliwood, por el contrario, es un concepto que se remonta
del teatro griego y a la ciencia de la psicología. En la poética de Aristóteles el teatro es
explicado como una representación y como el ejercicio de “actuar” una realidad, buscando
la purificación de las emociones. Si nos devolvemos a la actualidad, esta película se siente
como eso, una obra de teatro con personajes que usan trajes y máscaras para hacerte reír,
aunque técnicamente usa movimientos de cámara de falso documental, como en las películas
de Lars Von Trier.
Ya hablé sobre la pornomiseria pero el gótico tropical también es un concepto que entra quizá
en menor medida en esta película pero que también contextualiza a las personas que estamos
2. descubriendo el trabajo de este grupo surgido de un cine club, con el afán de entender la
maravilla que fue hacer estas producciones hace más de 40 años ya y cuál era la intención
que había y como el terror que quisieron reflejar en su cine, se acercaba cada vez más a la
realidad del contexto social violento al que se acercaba nuestro país.
Aunque la pobreza siempre ha estado con nosotros, la sátira empleada en la narrativa de
“Agarrando pueblo” te hace empatizar con la historia, te sorprende así estemos
acostumbrados a ver esas personas en la calle gracias al “plot twist” y casi ruptura de una
pared, que hace que la obra trascienda y podamos, finalmente descifrar lo que hay en el fondo,
el cual era mi objetivo principal en este escrito, y que lo vuelve en una absurda pero muy
inteligente crítica a la realidad que aún sigue presente en Colombia, en un contraste de
blancos y negros, colores y locos.
“Para ustedes el cine es un espectáculo, para nosotros es casi que una concepción del mundo.
El cine es un transmisor de movimiento.
El cine es renovador de la literatura.
El cine es destructor de la estética.
El cine es la temeridad.
El cine es un atleta.
El cine es sembrador de ideas.”