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D i a r i o d e l a 1 5 t a . M u e s t r a J o v e n I C AI C
Domingo 10 de abril de 2016 Sexto arcano
COMIENZA EL VIAJE HACIA LA MUESTRA 16
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Mayté Madruga Hernández
L
a mirada del otro siempre des-
pierta recelos, el cómo nos ven sigue
siendo más difícil de analizar sin
pasión que el cómo nos miramos. Existe
en ocasiones la tendencia en aquellos que
nos filman de ejercer consciente o incons-
cientemente una mirada colonizadora.
No obstante, todo acto de filmar lleva
consigo la ambivalencia entre la identifi-
cación y el extrañamiento. En ese sentido,
la sección La mirada del otro siempre
deja abierta la posibilidad a una sospecha
constructiva sobre quiénes nos miran y
cómo nos representan.
Encontramos en esta edición un docu-
mental como Casa Blanca (Aleksandra
Maciuszek, 2015) con un recorrido nada
despreciable en certámenes, incluida la
obtención del Coral correspondiente en el
pasado Festival Internacional del Nuevo
Cine Latinoamericano. De las otredades
a las que puede acercarse un documen-
tal, la realizadora escogió dos: la enfer-
medad (síndrome de Down) que padece
Vladimir, y la ancianidad (agravada por
la parálisis) de su madre Nelsa Nidia;
ambas reforzadas por vivir en el poblado
de Casablanca, un espacio tradicional de
pescadores alejado del centro capitalino.
Maciuszek opta por un estudio antropo-
lógico que parte de lo individual y lo pri-
vado y llega a lo público; o sea, el primer
espacio de relación entre los personajes
Casablanca:
No es la misma, pero es igual
es su vivienda y las rutinas que viven en
ella, después el pueblo.
Consciente de lo ajena que es a dicha
realidad, la realizadora polaca opta por
no violentar el rol que desempeña, por
lo que su punto de vista es clásicamente
voyerista, pero sin caer en zonas morbo-
sas. Desde un distanciamiento movido
por el respeto hacia los personajes,
Maciuszek coloca la cámara en plan de
observación. Sin embargo, mantiene un
delgado equilibrio entre la identificación
con los conflictos de los personajes y la
mirada conmiserativa.
Por espacio de un año, aproximada-
mente, la realizadora pretende registrar
la cotidianidad de una vida. Ahí concen-
tra su esfuerzo y su tesis: no hacen falta
grandes testimonios o hazañas para
demostrar la valía de Vladimir, quien
dada su especial forma de ser, toma la
filmación como un juego, como algo casi
natural, a la vez que no trata de re-crear
una vida falsa. Para él, que lo filmen es
tan “normal” como levantarse, vestirse, ir
al barbero.
El cambio de roles que se produce entre
Nelsa y Vladimir es un tema que se intro-
duce subliminalmente, en apariencia solo
para mostrar, avanzado ya el metraje, que
será uno de los nodos conflictuales del
material. A pesar de su condición Vladi-
mir, hombre adulto de 36 años, prefiere
la calle, lo público, espacio asignado tra-
dicionalmente a su sexo, y aquí busca la
aceptación de sus iguales. Estas rutinas
Hilda Rosa Guerra Márquez
S
i de pronto alguien decidiera coleccionar la biblio-
grafía que existe sobre el cine como arte, lo mejor
sería que desde ya iniciara tal tarea. Quizá antes
de hacerse muy viejo logre tener algo en su biblioteca
personal. No obstante, si ese alguien opta por compi-
lar los textos que existen sobre el cine como institución
económica, pues en poco tiempo ostentará su colección.
Escasos estudiosos teorizan sobre el tema. Desmontar de
arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba un filme solo
requiere, en primera instancia, acceder a él. Intentar
Oasis para no morir en el intento
son alternadas con el cuidado de Nelsa,
lo que significa la permanencia dentro
del hogar, contexto que no aprecia dema-
siado. Así podemos observar que solo
detienen a Vladimir de salir a interactuar
con el barrio dos elementos: la lluvia y el
cuidado de su madre en la medida que
empeora su parálisis.
Por otro lado, contrasta la propia Nelsa,
quien mantiene una relación aparente-
mente sobreprotectora con su hijo, solo
para mostrarnos después que Vladimir
puede que padezca de alcoholismo. Una
de las mayores virtudes del material
radica en la forma de ir presentando los
conflictos. Su narración va develando de
a poco conflictos y situaciones, que entre-
mezclados con el diario de los persona-
jes, asumen una tradicional pero efectiva
develación de capas y sustratos.
Casablanca, el pueblo, no aparece
bajo la típica representación utilizada en
muchos audiovisuales, como un paisaje
idílico o miserable. Vladimir, a través de
la interacción con los habitantes, “guía” la
cámara y con ella la mirada de Maciuszek.
El documental asume la otredad no
solo como línea argumental, sino como
vía fundamental para reconocerse e iden-
tificarse con los otros que somos todos
nosotros. La cámara de Maciuszek mira
a Vladimir y él, como personaje más del
contexto que de la obra, nos devela otro
pueblo de pescadores; otra Casablanca
que no es la misma pero es igual.
hacer lo mismo con las dinámicas productivas cinema-
tográficas es difícil porque, entre otras razones, llegar a
ellas es complejo.
Lo paradójico del caso es que sin dinero, no hay sép-
timo arte. Los montos que precisa cada proyecto varían
considerablemente de acuerdo a sus propias característi-
cas, pero ninguno se concreta solo con deseos y volunta-
des. Los recursos hacen falta, y encontrarlos no es inflar
un globo. En Cuba los espacios para el crowfunding no
crecen en los árboles y la inexistencia de un Fondo de
Fomento duplica las dificultades. Por ello Haciendo Cine
se ha convertido en una suerte de oasis para los jóvenes
realizadores que buscan financiamiento para sus proyec-
tos. Este año tal espacio llegó a su novena edición con
ocho ficciones, cuatro documentales y dos animaciones.
Un aire de satisfacción se ha respirado en el comité orga-
nizador del evento, pues la profesionalidad de los aspi-
rantes ha sido mayor que en pasadas Muestras.
Sin embargo, otros motivos también han propiciado
tan buen tiempo. En esta ocasión, nuevas productoras
independientes se han sumado para colaborar, algunas
de ellas integradas, curiosamente, por realizadores que
aplicaron en anteriores ediciones. Tal es el caso de dB
Estudios, Estudio S/T y ÑOOo Productions. A las inte-
grantes de dB Estudios (Velia Díaz de Villalvilla, Daphne
Guisado, Irina Carballosa y Glenda Martínez) les pareció
justo retribuirle a la Muestra Joven su apoyo. “Haciendo
Cine es el único espacio que brinda hoy a los jóvenes
una posibilidad concreta de gestionar ayuda para sus
trabajos. Mientras más entidades aporten a esta causa,
mientras más divulgación exista por parte de la prensa,
el resultado conducirá a una mayor calidad en el audio-
visual joven cubano”.
Dejar a un lado el egoísmo es otra de las oportunida-
des que para la representante de Estudio S/T, Daniela
Muñoz, ofrece Haciendo Cine. “Quizá uno de los peores
defectos del que pecamos los jóvenes es la arrogancia,
creer que nos lo sabemos todo, y es ahí donde dejamos
de morder muchos anzuelos. Debemos aprovechar este
espacio para compartir saberes, ayudarnos unos a otros
y globalizar la necesidad de apoyo que tenemos los jóve-
nes realizadores. No podemos desistir mientras tenga-
mos un buen proyecto en las manos. No podemos perder
las ansias de volar, de soñar, de filmar”.
Otras entidades que por primera vez se unen al team
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Yeris Menéndez
P
ara Diego San José la comedia no fue una elec-
ción consciente. Él cataloga sus comienzos como
“mera casualidad laboral”. Hace trece años lo lla-
maron para hacer un programa de comedia y, como pasa
en cualquier sitio cuando algo tiene éxito, ahora solo lo
llaman para hacer ese género. Y aunque esto supuso un
encasillamiento inevitable, desarrolló una relación de
complicidad y un fuerte vínculo afectivo con su captor.
A partir de entonces fue consciente su decisión de que-
darse en la comedia, y la comedia en él, a tal punto que
junto a Borja Cobeaga conquistó la industria en 2014 con
el guion de Ocho apellidos vascos, película más taquillera
de la historia del cine español. Quizás esté relacionado
con que pocas sensaciones son más placenteras en la
vida que reírse, o con que hacer soltar una carcajada,
que la audiencia explote en risas, es un objetivo absolu-
tamente estimulante para cualquier escritor, “como lan-
zarse a un abismo desde un vacío, sin saber si debajo hay
agua, piedras…”.
–En el mundo del cine la comedia tiende a ser
subvalorada por la crítica, por lo menos en Cuba.
¿No te preocupa eso?
En España igual, totalmente, y a nivel mundial. Pero es
algo que tiene cierta razón de ser. El hecho de reírse es
una respuesta absolutamente inmediata y poco reflexiva.
La gente recibe lo que has escrito e inmediatamente se
ríe, no requiere un trabajo posterior. La comedia se rela-
ciona entonces con los fenómenos populares, eso hace
que intelectualmente no sea respetada, lo cual es muy
curioso porque hace muchos años, cuando el cine era en
blanco y negro, la comedia era un cine de alta calidad.
Charles Chaplin y Buster Keaton fueron no solo estrellas
del cine, sino los directores de referencia. Lo que ocurre
es que, al aparecer y evolucionar el cine hacia el trabajo
de autor, hacia cosas más reflexivas, la comedia se ha
desplazado a algo que simplemente seguía gustando a la
gente, al pueblo.
Que la comedia no esté valorada a nivel crítico no me
importa, porque creo que su reconocimiento es preci-
samente que la sala se llene. En otro tipo de cine no es
necesario, pero en la comedia sí es fundamental que pro-
voque filas de gente en la puerta. Su afirmación está en
las manos del público, que son más exigentes que las de
la crítica.
Haciendo Cine son: Prix Eric Jean, Espiral-Servicios
Audiovisuales, Jameson® y la nave producciones (sic).
Vinculado desde hace tiempo con el mundo del audio-
visual, el creador de moda francés Eric Jean, tiene hoy
día como ambición apoyar a los jóvenes cineastas en el
desarrollo de sus primeras obras. Por tal razón, el joven
realizador cubano Roger Herrera le propuso colaborar
con la Muestra. “Esperemos que Haciendo Cine gane
cada día más visibilidad y permita la entrada de muchos
otros fondos y premios deseosos de incentivar la pro-
ducción independiente en Cuba. Producción cada vez
más amplia, pero también más difícil de realizar, espe-
cialmente por la escasez de apoyo financiero”, aseguró
Herrera.
Para las muchachas de la nave producciones, Sheyla
Pool y Zoe Miranda, el hecho de que cada vez se incorpo-
ren más entidades al espacio evidencia la dimensión que
ha adquirido Haciendo Cine. “Es reconfortante ver cómo
los proyectos llegan aquí a veces solo en guion y logran
concretarse. Creemos que se está generando conciencia
sobre la ayuda que necesitan los jóvenes para hacer cine
en la Isla”.
Todo parece indicar, pues, que cada vez son más los tri-
pulantes que se suman a este viaje. La gente sabe que hay
que soltar las amarras y formar parte de la aventura si se
desea que las obras de los jóvenes lleguen a buenos puer-
tos. En algunos casos, más que por mar la trayectoria
parece que sucede en el desierto, donde el agotamiento
y la sed acechan sin piedad. No obstante, casi siempre
se encuentra un oasis donde recuperar las fuerzas para
seguir adelante. Deber de los viajeros es, entonces, cui-
darlo y hacerlo más grande. ¿O acaso todos, en algún
momento, no necesitamos un descanso?
Y ese reconocimiento lo obtuviste con tu película Ocho
apellidos vascos. ¿Consideras que ese fue tu guion más
completo?
Ocho apellidos… es la que más reconocimiento ha tenido dentro
de todas mis obras. Es curioso que el mismo esfuerzo que me hizo
triunfar, en otras ocasiones me ha hecho fracasar. Esa no es ni mi
mejor película, ni mi mejor guion. El éxito y la calidad son cues-
tiones que no tienen que ver una con la otra. Hay películas mías
que nadie ha visto y en cambio las celebro como un éxito personal,
porque considero que están muy bien escritas; sin embargo, exis-
ten otras con las cuales no estoy tan satisfecho y le gustan mucho
a la gente.
Según lo que has podido percibir, ¿cuáles son las
fortalezas de la comedia cubana?
Es la tercera vez que vengo a Cuba, en concreto a La Habana. Me
parece que es la única ciudad de las que he podido conocer donde
realmente siento que estoy en un sitio genuino y con personalidad
propia, que no se parece a ningún otro sitio. Creo que esta es una
de las fortalezas que más aprovecha el cine cubano. El hecho de
poder hablar de cine, sobre todo de comedia, y que esta se pueda
ver o no, entender o no, en un país que tiene la comedia en su
identidad y que ha desarrollado un universo paralelo y personal,
es para mí un estímulo absoluto. Me parece una de las cosas más
enriquecedoras que he hecho en los últimos años de mi vida.
¿Cuánto crees que ha influenciado la cultura española en
la comedia cubana?
Supongo que tienen mucho en común. Sé que compartimos lazos
históricos, aunque he apreciado que Cuba es un mundo propio,
con personas e identidades propias. Si fuera un guionista cubano
es posible que hiciera humor aprovechando la historia en común
con los gallegos, de igual forma lo haría con los estadounidenses.
Yo he hecho mucho humor político en España, de conflictos que
nunca se habían traducido en comedia y me parece muy impor-
tante. Creo que una sociedad empieza a ser madura cuando es
capaz de mirarse a sí misma, desde el sentido del humor.
¿Por qué crees necesario enseñar sobre guion de
comedia?
Ni siquiera en España hay mucha formación sobre cómo escribir
comedias. Por eso vengo aquí a compartir sobre mi experiencia
y a intercambiar impresiones con profesionales que también
escriben comedia.
Se ha generado un diálogo no solo acerca del humor, sino
también sobre su escritura en diferentes regiones y sobre cómo
enfrentar los tabúes, los tópicos y los terrenos menos explorados
por la comedia. Cómo se puede hacer humor sin ofender, sin per-
der el gusto, y sin llegar al fracaso que es no hacer humor. El gran
fracaso de una sociedad es que no exista la comedia; pero no la
inofensiva, sino la que tenga un cierto calado social.
La comedia
debe tener
un gran
calado social.
Entrevista a
Diego San José
Marta María Ramírez
A
solo 8 años de establecida en Cuba,
la oficina de la Cooperación Suiza
se convertía en el principal apoyo
financiero de la Muestra Joven, también
en su octava edición.
Llegué al puesto de responsable de
comunicación de esta agencia de coope-
ración en 2010 sin sorprenderme de tener
como co-parte al evento, que se encar-
gaba del audiovisual –independiente o
no– hecho por lxs jovenes en la isla.
Pero, Cosude iba más allá, nuestro
pequeño equipo se interesaba en pleno–
aun en medio de múltiples tareas enfo-
cadas en temas prioritarios para el país,
como la vital necesidad de producir ali-
mentos– por participar del evento y hasta
compartir opiniones y organizar pases
de algunos materiales durante la hora de
almuerzo.
Fueron tiempos de confraternizar y de
entender que, pese a no existir un pro-
grama meramente cultural, meramente
artístico, con fondos definidos, merecía
apoyos puntuales. Entre todas las mani-
festaciones, el audiovisual joven cubano
se asumió con un compromiso absoluto.
No solo se apoyó la Muestra como
evento, sino que muchos de los materia-
les que se proyectaban en las pantallas
de los cines tenían algún tipo de sostén de
Cosude.
Desde 2011 –y hasta 2016– la Estrategia
de la Cooperación Suiza para Cuba favo-
rece “proyectos en sectores como la pro-
moción de la participación en la gestión
del desarrollo local, el acceso a los ali-
mentos o el acceso a la vivienda”, con un
compromiso firme en temas de equidad,
no solo de género sino de la que atañe a
todos los grupos vulnerables.
Por eso, me pareció lógico el aporte
extra con el premio PEGIN (un programa
que se encarga de la evolución de los roles
de mujeres y hombres en los ámbitos
intrafamiliar, laboral y público) que va ya
por su segunda edición.
Y comulgué –casi nunca estoy de
acuerdo con lxs juradxs– con la entrega
en la primera edición al corto de ficción
La profesora de Inglés, de Alán González.
En mi actual rol de Directora de Comu-
nicación de la Muestra Joven icaic, he sido
testigo del arduo trabajo del jurado que
integraron la directora Marilyn Solaya y
el Oficial de Programa de Cosude, Julio
César González Pagés, también experto
en temas de género y feminista confeso.
Celebro entonces esta alianza de años
desde el privilegio de haber vivido en las
dos orillas que se unen, para que triunfe
un audiovisual que se parezca a la Cuba
que habito, a lxs jóvenes que celebro cada
día, para que no se agoten y creen sus
obras felices de estar, de ser y de partici-
par.
MÁS ALLÁ
DEL PREMIO PEGIN:
COSUDE EN LA
MUESTRA JOVEN
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Caballos
Fabián Suárez
Héroe de culto
Ernesto Sánchez Valdés
CADA LUNES Y CADA LLUVIA
Rocío Aballí Hernández
EL TÍO ALBERTO
Marcel Beltrán
LA OTRA SALIDA
Menfesí Eversley Silva
No country
for old squares
Yolanda Durán / Ermitis Blanco
HECHO A PROPÓSITO
Adriel Pérez de Medina
LA CARGA
Víctor A. Guerrero Stoliar
5. 01 0 · a b r i l · 2 0 1 6
MEJOR DIRECCIÓN
Leandro de la Rosa Jiménez
Patria blanca
MEJOR FOTOGRAFÍA
Javier Labrador
Caballos
MEJOR DIRECCIÓN
DE ARTE
Taimi Ocampo
Caballos / Patria blanca
MEJOR ACTUACIÓN
Masculina
Milton García
Caballos
MEJORSONIDODIRECTO
Glenda Martínez
Nosotros, la Banda
MEJOR PRODUCCIÓN
Lila Falcón
Patria Blanca /
Nosotros, la Banda
MEJOR DISEÑO de
banda SONORa
Irina Carballosa /
Raymel Casamayor
Héroe de culto
MEJOR MÚSICA
ORIGINAL
Alexis de la O /
Iliam Suárez
No country for old squares
MEJOR ACTUACIÓN
Femenina
Neysis Alpízar
La cabeza dentro del agua
MEJOR GUION
Jessica Rodríguez
Espejuelos oscuros
MEJOR EDICIÓN
Beatriz Candelaria
Héroe de culto
Premio mejor cartel
Yolanda Durán
No country for old squares
Premios colaterales
Pegin Cosude
Premio a Cambio de guardia, de Ariagna Fajardo.
Signis
Premio a Héroe de culto, de Ernesto Sánchez Valdés.
Mención a Caparazón, de Joanna Vidal.
Fundación Antonio Núñez Jiménez
Declarado desierto.
Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau
Premio a El tío Alberto, de Marcel Beltrán.
Premio a Eyes half shut, de Deymi D´Atri.
Mención a Marina, de Haliam Pérez Fundora.
Mención a La película, de Janis Reyes y Coline Costes.
Televisión Serrana
Premio a Vidas sin mapa, de Yoannis Oliva Díaz.
Red de realizadoras cubanas Sara Gómez
Premio “Yanay Arauz” a Sigo viva, de Mariana Montenegro.
UNEAC
Premio a Héroe de culto, de Ernesto Sánchez Valdés.
Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo
Romero (OAR)
Premio a Guamuhaya ¿sin ellas?, de Laura Roque Valero
y Marleydy Muñoz Fleites.
Premio a Boomerang, de Yadiana Sultám Gilbert.
Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica
(ACPC)
Premio a Héroe de culto, de Ernesto Sánchez Valdés.
Mención a Sirenas, de Maryulis Alfonso.
Fundación Brownstone
Premio a La otra salida, de Menfesí Eversley Silva.
Fundación Ludwig
Beca de creación a Dany y el club de los berracos. Capí-
tulo 5: Calixto Presidente, de Víctor Alfonso Cedeño; La
película, de Janis Reyes y Coline Costes; y al colectivo de
realizadores de La hora de los desconectados.
el jurado reconoce a:
Félix Riera y Edgar Dávila por el diseño de banda sonora
de No country for old squares.
Jany Oliva y Laura Molina por la actuación de ambas en
Sirenas.
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Marta María Ramírez
E
s Marina, la abuelaza a la que todxs
regresan. Es la abuela de Haliam
Pérez y, al mismo tiempo, es mi
abuela María y tantas abuelas cubanas.
Lloro. Añoro. Sufro. Emigro con Haliam,
en el 97, y regreso ahora, hoy. Me vuelvo
a ir; también me quedo, como Marina.
Enviudo (Hace 21 años conocí a Jorge
García. Hace 6 murió), como ella, aunque
salgo cada día dispuesta a que el amor me
alcance. No llega, no se queda porque no
sabe, tiene miedo, no llega porque lo hizo
un marzo, cuando Haliam era pequeñito.
¿Qué más puedo pedirle al cine? Que
me emocione con la poesía en imágenes;
bien contada; bien fotografiada.
Gracias, Haliam, por las Marinas de mi
vida; por las Marinas que no seré y por las
Marinas que soy ya, con 40 años. Com-
parto nuestro chat de una isla a otra isla.
Haliam Pérez: Su derecho a ser cineasta joven cubano
martamar77
Haliam, buenas tardes...
9 de abril de 2016 7:43
Haliam
¿Qué tal?
Martamar77
No nos quedará otra que conversar por acá.
Mañana sale tu entrevista. ¿La hacemos?
Haliam
Bueno. No te preocupes y dispara…
Martamar77
Voy pa'llá. ¿Por qué emigra tu padre?
Haliam
Mi padre emigra a Gran Canaria para reunirse
con la familia que teníamos aquí, con el
objetivo de que mi madre y yo pudiéramos
salir después por reunificación familiar.
Tratábamos de buscar una vida mejor, porque
los 90, como bien sabes, fueron muy duros.
Martamar77
Tu padre emigra en 1994. Ustedes lo
siguen en 97. O sea, que también tienes la
perspectiva de lxs que se quedan ¿Cómo
fue para ti? ¿Cómo veías a tu madre? ¿Qué
decía Marina? Disparé en ráfaga...
Haliam
jaja. Es curioso, nadie me había preguntado
nunca la perspectiva de los que se quedan.
Pero sí, en esos tres años mi madre y yo
teníamos la perspectiva de los que se
quedan y veíamos las cosas diferentes.
Es imposible imaginar lo que está
viviendo el otro, sin conocer nada
diferente a lo que uno ha vivido.
Martamar77
A nadie le importan lxs que nos
quedamos por elección o no.
Haliam
La primera cuestión que no entendíamos era
cómo era posible tardar tanto para poder
reunirnos nuevamente y cómo era tan complicado
reunir el dinero y crear las condiciones para que
finalmente pudiéramos hacer todos los papeles.
Mi padre tenía trabajo en el capitalismo… ¿Por
qué tardaba tanto si aquello era tan bueno?
Yo tenía 12 años y, claro, fue complicado porque
en esa edad viene muy bien la figura paterna.
Abuela Marina, al principio, no entendía que
sus hijos se fueran del país. Poco a poco se
fue adaptando a la idea a verlos mejorar y
luego se alegró más porque gracias a ellos
ha mejorado su vida y ha podido viajar y
conocer mundo, algo que nunca esperó. Aun
así siempre dice que le gustaría tenerlos allá.
Martamar77
Imagino ¿Qué querías ser con 12 años?
Haliam
jajaja. Siempre tuve vocación artística. Pero,
la verdad es que iba para informático. Me fui
de Cuba después de estar seis meses en la
Lenin. Allí entré con la ambición de convertirme
en Matemático Cibernético. Mira tú!
Martamar77
Yo estudié en la Lenin del 90 al
93 y terminé periodista…
Haliam
Las verdaderas ganas de hacer cine
comenzaron más tarde. Primero aparecieron
los cuentos, relatos cortos que escribía ya
desde Cuba. Años más tarde, cuando dejé
de estudiar informática aquí, y me pasé a
Bellas Artes fui descubriendo poco a poco el
cine. Pero fue definitivo el encuentro con un
profesor en Valencia que se llama Alejandro
Montiel. Allí vi a Rossellini, Renoir y sobre
todo Bresson. Aquello cambió mi vida!
Martamar77
Entonces, a aprender cine?
Haliam
A partir de Valencia y del descubrimiento
de estos grandes (se me olvidaba Ordet de
Dreyer) comencé a buscar más cine. Me metí
a hacer un doctorado en Barcelona, con una
investigación sobre Bresson. Por último,
entré a hacer un máster de documental
creativo en la UPF de Barcelona que es
de donde sale el proyecto de Marina.
Martamar77
Qué encontraste a tu regreso en 2010?
Cómo pensaste en contar lo que viste?
Haliam
Durante el desarrollo del proyecto todos
querían que contara justo eso, mi vuelta.
Como había pasado tantos años sin ir, todos
creían que el máximo interés estaría en ese
reencuentro, en mis reflexiones sobre lo que
había dejado y cómo lo encontraba. Algo así.
Yo nunca creí en eso hasta que acabé la peli.
Imaginaba que mi regreso sería importante a
nivel personal, pero no tan interesante en lo
cinematográfico. Por otro lado tenía la sensación
de que las cosas no habían cambiado tanto.
Recuerdo que cuando llegué, tuve una sensación
maravillosa, fue como si nunca me hubiera ido.
Lo primero que me hizo sentirme en mi tierra
fue al salir del aeropuerto el olor a humedad.
Luego todo me parecía más pequeño. Claro, yo
había crecido. Sin embargo, en esencia todo
seguía igual: los mismos colores, los mismo
cielos, las aceras con las mismas grietas.. jeje
Martamar77
Cómo te convenciste de contar esta sensación,
la vida de tu familia, de tu abuela? Cómo
reaccionaron ellxs? Te costó converserlxs?
Haliam
La verdad es que no, ellos estaban locos por
verme de nuevo. Grabarles era otra cosa.
Mi tía Odalys ser reía y me decía: sobrino,
confiamos plenamente en tu capacidad de
contar esto!! En realidad lo que ocurrió
fue un acto de amor grande y mutuo.
Hay gente que confunde exposición con
maltrato o abuso. Yo no creo que exponer
esos dramas familiares que son tan comunes
en cualquier familia sea una forma de
abuso. Todos crecimos con ese encuentro.
Yo quería contar la vida de ellos por una
razón que me parecía muy evidente.
Martamar77
Estoy de acuerdo contigo. Me expongo en
mis “martazos” para descubrir algo común
con otxs. Es duro. Pero parece útil.
Haliam
En esa casa estaba encerrada la historia de Cuba,
la historia de tres generaciones: abuela, hijos
y nietos. Son tres generaciones bien distintas
que acaparan todo los que nos ha pasado y está
repleta de contradicciones. Eso es un principio
universal y mi familia era cinematográfica.
Además, quería contar Cuba desde otra óptica
porque estoy cansado de ver siempre, el
español, la jinetera, el bailarín y el Malecón.
Martamar77
Qué dijo tu familia cuando vio la peli? Qué tu
abuelita? Cómo ha ido con lxs espectadorxs
acostumbradxs a mulatas y malecón?
Haliam
Abuela pudo ver por primera vez la peli recién
acabada aquí en Las Palmas. Le organicé un
pase con parte de la familia y amigos (Lo tengo
grabado). Fue un momento tenso para mí.
Está claro que no quería que ella sufriera
mucho o no le gustara. Pude ver cómo se
emocionaba, cómo reía y lloraba con la peli.
Cuando acabó se levantó con el pecho en alto y
dijo: “La película está buenísima! Buenísima!”.
La reacción del público acostumbrado a la
mulata no creo que pueda definirla, entre otras
cosas porque es muy posible que ese público
no haya visto esta peli. Jaja. Es muy distinto el
reclamo de una mulata de 20 años y una de 85..
Martamar77
Quién la ha visto?
Haliam
La verdad que más gente de la que esperaba,
siendo un proyecto pequeño podría haber
quedado en un cajón. Se ha visto en Barcelona,
en Las Palmas, en Suiza y Nicaragua.
A las mujeres son en general las que
más le gusta. Más de una vez me han
dicho que hice una peli feminista.
Martamar77
Yo me sentí muy identificada. Ya leerás la
obligatoria introducción a esta entrevista.
Haliam
Lo bueno es que el público se identifica rápido
y sobre todo las mujeres, porque son madres
e hijas a la vez en muchas ocasiones, porque
han tenido que cuidar de los ancianos…
En Cuba, que también era un sitio en que
tenía muchas ganas de ver la reacción del
público, una mujer casi en lágrimas me dio
las gracias por contar esa historia. Otra
mujer, esposa de un militar, se me acercó y
me preguntó mi edad. Cuando le respondí
que tenía 33 me dijo: “una película muy
madura para un chico tan joven”. Son, creo,
los dos mejores piropos que me han dado.
Martamar77
Por qué y cómo llegas a Muestra Joven?
Qué sabes de cine joven hecho en Cuba?
Haliam
Cuando comencé esta historia le escribí a
Fernando Pérez, que era y sigue siendo uno
de mis referentes, para contarle mi idea y
compartir mis deseos de grabar. Él contestó
enseguida y mantuvimos cierta comunicación.
Cuando la acabé mi tía le llevó una copia.
Martamar77
Él te animó?
Haliam
Desde entonces me habló de la Muestra, y de
eso hace bastante tiempo. Sí, fue gracias a él.
Lo que tenía claro es que para mi era
importante la Muestra. Estoy muy contento
de que al final se haya visto allá y más
importante porque resido fuera. Si no tuviera
esa oportunidad es como si me quitaran
el derecho a ser cineasta joven cubano.
Martamar77
Lo eres, aunque no te den derechos. Pero, claro,
que entiendo. En qué proyecto estás ahora?
Haliam
Tengo muchas ganas de grabar de nuevo
en Cuba. Pero imagino una estancia
larga, dos o tres meses por allá.
Martamar77
Una historia que pueda ser pública?
Documental? Ficción?
Haliam
Quiero contar algo relacionado con el amor y la
esperanza, quiero pensar que es el momento de
comenzar a construir de nuevo los sueños. Pero,
por ahora, no puedo ir a grabar. Estoy metido
en un nuevo rodaje. Llevo pocas grabaciones.
Está entre dos aguas: ficción y documental.
Martamar77
Ups!!! Puedo adelantar algo?
Me cuentas de qué va?
Haliam
Estoy grabando en Barcelona, pero
quiero trasladar una parte del rodaje a
La Habana, a ver si lo conseguimos.
Tenemos a Raffaele Pinto, un profesor de
literatura y psicoanálisis en la Universidad
de Barcelona, y a sus alumnos. La peli, va
sobre el deseo, la expectativa del amor,
y los roles masculinos y femeninos.
Martamar77
Te los cuestionas o solo los observas?
Los roles, quiero decir.
Haliam
Acaso el buen cine puede observar
sin cuestionar o al menos intentar
que el espectador se cuestione?
Martamar77
A veces, solo observa y espectadorxs
cuestionan si pueden, creo.
Haliam
Es cierto. Pero el cine que solo
observa no me gusta mucho.
Martamar77
Tiene relación con la última película de Guerín?
Haliam
Esta peli viene debido a esa otra que me
acabas de comentar. Yo trabajé de ayudante
en Las Musas. La idea es partir del mismo
principio para hacer una peli completamente
diferente. Con Guerín aprendí mucho. Fue un
descubrimiento para todos por cómo la hicimos.
Martamar77
Qué descubrieron?
Haliam
La manera en que grabamos y se propuso
el guion. Fue poco a poco, probando cosas,
con mucho de improvisación y puesta
en situación. Después el maestro Guerín
iba tejiendo las ideas en el montaje.
Martamar77
Me encantaría seguir. Pero el periodismo es lo
más superficial del universo, aunque yo lo adore.
Haliam
Cuando termines la Muestra
hablamos más tranquilamente.
Martamar77
Graciassss infinitas
Haliam
Mil gracias a ti y al equipo de la Muestra
por darme esta oportunidad. Qué tal fue
el pase de Marina? Fueron más de 10?
Martamar77
Más o menos!!! Es difícil que la gente
venga al cine. Pero ahí vamos.
Haliam
Somos unos románticos perdidos.
Martamar77
Pd: Necesito tú foto para que
se te vea en la Muestra.
Hace un momento
Haliam
Ahí te va
Hace un momento · Enviado desde messenger
7. 01 0 · a b r i l · 2 0 1 6
Michel Mendoza
A diferencia de lo que dice Claude Lévi-Strauss
en Tristes Trópicos –que es, por cierto, uno de los
más bellos (y desgarradores) libros de viaje que se
han escrito jamás–, no odio ni a los viajes ni a los
exploradores. En realidad todo hombre, como dijo
Borges, es un explorador que “empieza descubriendo
lo amargo, lo salado, lo cóncavo, lo liso, lo áspero, los
siete colores del arcoiris y las veintitantas letras del
alfabeto; pasa por los rostros, los mapas, los animales
y los astros”, y “concluye o puede concluir por la
duda o por la fe y por la certidumbre casi total de su
propia ignorancia”. Porque ¿quién podría decir que
no ha sido tentado alguna vez por los viajes soñados,
por la siempre cambiante geografía de los sentidos
y la imaginación? ¿Quién no ha sido herido por los
lugares de los que no pudimos, a pesar de todo, partir?
Y porque importan, sobre todo, las dimensiones
emocionales del viaje, Ítaca, la celebrada, puede estar
cada día a la vuelta del trabajo, o ser, más que el lugar,
el olor, la imagen de la persona a la que ya no podremos
regresar, y con cuyo recuerdo es posible que nos
marchemos poco a poco.
…
Escribo “Ítaca” desde un tren en la noche que me
lleva de Suiza a Francia, y no sé por qué me viene
a la cabeza (más que el de Homero, el de Joyce o
Kazantzakis) el nombre de Theo Angelopoulos.
Quizás, porque Angelopulos fue uno de esos grandes
cineastas que se interrogaron sobre el papel del viaje
en nuestras vidas, y cuyas historias dependieron
siempre del desplazamiento como forma de relación
privilegiada entre sus protagonistas y el paisaje.
Pienso en La mirada de Ulises, filme que resume
una búsqueda poética de los orígenes del cine, un
recorrido fragmentado por parajes constantemente
sacudidos por las tensiones entre presente e historia,
del mismo modo que El paso suspendido de la cigüeña
es una interrogación sobre los confines políticos de
Europa, al tiempo que una detenida meditación sobre
“Autour de la chambre obscure”
la melancolía y las fronteras. Pero en los filmes de
Angelopoulos también hay viajes en círculo, como el
de esos actores ambulantes en O thiassos que, perdidos
para siempre en la convulsa vida histórica de un país
desgarrado, no dejarán jamás de representar a Grecia.
Los temas de La eternidad y un día son la añoranza, la
solidaridad y la muerte. ¿Hacia dónde vamos?, parecen
preguntarse todo el tiempo sus personajes. A veces
hacia el silencio de la nieve en una estación de trenes
donde el tiempo parece haberse detenido para siempre.
Otras, hacia la mirada de unos niños que avanzan
en la penumbra de un vagón hacia Alemania o la
desaparición.
…
Frente a la ventana de un apartamento en los suburbios
de París, le comento a Romain que las imágenes
del cine fueron siempre para mí una invitación al
desciframiento del mundo; más aún, que creo que estas
mismas imágenes en su densidad o ligereza poseyeron
a veces el peso y el valor de un saber furtivo, un saber
que era también el fruto y el lugar de un viaje. Por ello
me gusta pensar que con algunas películas se inició
para mí un camino hacia lo desconocido, y que fue el
cine quien, ofreciéndome el testimonio del abandono
de ciertos objetos y personajes, mejor me instó a
comprender la significación de las vidas ajenas, los
juegos de lo que llamamos el miedo, el amor o el azar,
la duración de los recuerdos o el exilio. Quizás por eso
creo que cuando se hace cine, es preciso comprender
bien de dónde se parte y mejor aún dónde se está.
Porque a veces es nuestro rostro de artista o explorador
el que inicia un camino hacia lo desconocido, en el que
debemos deshacernos de las más obvias marcas de
origen, del alfabeto de cicatrices con que pretendemos
ostentar una pertenencia o una única identidad, en un
mundo que hace siglos está compuesto de demasiados
mapas y paisajes superpuestos. Ya no es posible
responder fácilmente a la pregunta de dónde estamos
o quiénes somos. Y es ese cuestionamiento, no otra
cosa, el tema de películas tan hermosas como ¿Qué
hora es allá? de Tsai Ming Liang o Esperando la felicidad
de Abderramane Sissako; y a él están consagradas
magníficas elegías de viaje como Sans soleil de Chris
Marker o Still Life de Jia Zhang Ke.
…
Ayer le he dicho a un amigo un poco filósofo que los
viajes podrían ser descritos en tres variantes, o si se
quiere, usando tres tipologías relativas a la forma en
que se ha estructurado el saber occidental: anamnesis,
ascética y método. Sin embargo, es posible que
encontremos que, en el fondo, entre todos los viajes
posibles, los que más nos interesan son aquellos que
no llegan, por alguna razón, a completarse. O aquellos
en los que llegamos a un lugar inesperado que a veces
es encarnado por el propio cuerpo, por la memoria
o por el país en que se vive. Tengo por cierto que
algunas películas retratan ese movimiento hacia la
transformación, y que otras, más que retratarlo, lo
provocan. Esto, a ambos lados de la cámara.