El documento habla sobre una estructura llamada "El Churo" construida a comienzos del siglo XX en Quito, Ecuador. Fue construida por Enrique Fuseau usando tierra excavada de una calle cercana y desechos vegetales del parque La Alameda. Permitía una amplia vista de la ciudad desde lo alto, aunque debido a la construcción posterior de edificios más altos ya no cumple su objetivo original de mirador.