El documento describe la adicción al alcohol como una enfermedad crónica que genera dependencia física y afecta la salud mental y las relaciones sociales. No tiene una causa precisa, pero la predisposición genética y factores de riesgo influyen. Los síntomas incluyen deseos intensos de beber, falta de control sobre el consumo, beber en secreto y síndrome de abstinencia. El tratamiento implica desintoxicación, terapia psicológica y evitar el consumo de alcohol.