Miguel Hernández fue un poeta español nacido en 1910 en Orihuela, Alicante. Se trasladó a Madrid en 1931 para publicar sus poemas. Participó en la Guerra Civil Española y fue encarcelado por el bando franquista, donde murió en 1942 a los 31 años. Algunos de sus poemas más conocidos incluyen "Bocas de ira", "Silencio de metal triste y sonoro" y "Tu corazón, una naranja helada".
Miguel hernández: centenario de su nacimientoAntonia Cerdán
Homenaje al poeta oriolano en el centenario de su nacimiento. Estuvo acompañado de un recital que realizaron los alumnos de 2º de Bachillerato, coordinados por sus profesoras.
Miguel hernández: centenario de su nacimientoAntonia Cerdán
Homenaje al poeta oriolano en el centenario de su nacimiento. Estuvo acompañado de un recital que realizaron los alumnos de 2º de Bachillerato, coordinados por sus profesoras.
Constelación principalmente de poetas españoles del siglo XX que se dio a conocer en el panorama cultural alrededor del año 1927,1 con motivo del homenaje a Luis de Góngora organizado en 1927 por José María Romero Martínez en el Ateneo de Sevilla por el tercer centenario de su muerte, en el que participaron muchos de sus miembros más conocidos, dentro de la llamada "Edad de Plata" de la literatura española, época en que coincidieron en plena producción durante la Segunda República esta brillante promoción junto a otras dos no menos brillantes: Generación del 98 y Novecentismo; la sublevación militar de la Guerra Civil dispersó y desbarató esta constelación.
Miguel HernáNdez, por los alumnos de Informática de Afc, de Torre de Santa Ma...pilarten
Homenaje a Miguel Hernández. Elaborado por los Alumnos de la AFC de Torre de Santa María (Cáceres) del CRA Orden de Santiago, En Su Clase de Informática de las tardes.
7. BOCAS DE IRA Bocas de ira. Ojos de acecho. Perros aullando. Perros y perros. Todo baldío. Todo reseco. Cuerpos y campos, cuerpos y cuerpos. ¡Qué mal camino, qué ceniciento corazón tuyo, fértil y tierno!
8.
9. A LA LUNA VENIDERA A la luna venidera te acostarás a parir y tu vientre irradiará la claridad sobre mí. Alborada de tu vientre, cada vez más claro en sí, esclareciendo los pozos, anocheciendo el marfil. A la luna venidera el mundo se vuelve a abrir.
10. Tu corazón, una naranja helada con un dentro sin luz de dulce miera y una porosa vista de oro: un fuera venturas prometiendo a la mirada. Mi corazón, una febril granada de agrupado rubor y abierta cera, que sus tiernos collares te ofreciera con una obstinación enamorada. ¡Ay, qué acometimiento de quebranto ir a tu corazón y hallar un hielo de irreductible y pavorosa nieve! Por los alrededores de mi llanto un pañuelo sediento va de vuelo con la esperanza de que en él lo abreve . TU CORAZÓN EN UNA NARANJA HELADA Miguel Hernández