El documento analiza el paso de la sociedad industrial moderna a una sociedad posmoderna caracterizada por la fragmentación y precariedad laboral. El Estado de bienestar entra en crisis debido a la globalización y las políticas neoliberales, lo que genera una sociedad débil sin protecciones sociales. El trabajo pierde centralidad e importancia como identificador social, dando paso a una cultura basada en el consumo individualista.