El documento argumenta que desarrollar alternativas tecnológicas para México requiere más que soluciones a problemas específicos, sino un sistema integral que asegure su implementación para objetivos de desarrollo. También señala que la dependencia tecnológica y la falta de participación pública han limitado el progreso, y que elegir una opción tecnológica implica adoptar un estilo de vida al determinar qué problemas resolver.

1. Título: Alternativas tecnológicas para el desarrollo de México
Autor: José Antonio Esteva Maraboto
2cc221 11 de septiembre de 1980
Especialidad Mecánica y Mecatrónica
Palabras clave Tecnología, opción tecnológica, dependencia, experiencias, solución de
problemas, creatividad
Desarrollar alternativas tecnológicas para el desarrollo de México no es solamente la búsqueda de
soluciones autóctonas a unos cuantos problemas específicos sino, sobre todo, la implantación de un
sistema integral que asegure su puesta en práctica al servicio de objetivos de desarrollo. Los dos
grandes recursos para la solución de problemas son la experiencia y la creatividad. Cuando se exagera
el valor de la experiencia y se usa como excusa para no cambiar, limita el campo visual puesto que
centra la atención en el espacio muy pequeño de lo conocido y no deja ver el espacio infinito de
oportunidades de lo desconocido. El no someternos al proceso creativo que desarrolla la experiencia,
nos hace incapaces de formular preguntas; como consecuencia, las soluciones que se aplican no
necesariamente resuelven los problemas. Además, la dependencia tecnológica, el subdesarrollo y la
participaciónde las personas enlas decisiones que les afectan,han cambiado poco comoconsecuencia
de tantas interpretaciones de lo que es realmente la tecnología, como crearla, transferirla, asimilarla,
adaptarla, venderla y comprarla. En el fondo, tomar una opción tecnológica implica optar un estilo de
vida, ya que lo más importante no es cómo resolver los problemas sino qué problemas resolver y cuáles
no. Al hacer una opción tecnológica, los decisores entienden más o menos bien lo que eligen, pero casi
nunca tienen en cuenta lo que dejan fuera.