El documento discute la capacidad humana de la empatía y cómo es una característica evolutiva compartida con otros mamíferos. Explica que el cerebro humano primitivo se centraba en los sentimientos y el instinto, pero ha evolucionado para desarrollar la conciencia y el lenguaje, lo que permite una empatía más sofisticada y la voluntad de ayudar a los demás. También argumenta que a pesar de nuestro desarrollo cerebral complejo, todavía estamos influenciados por los instintos y sentimientos

1. Moisés Lavoignet García<br />797072<br />“Ética, Profesión y ciudadanía”<br />NUESTRO CEREBRO ALTRUISTA<br />Los seres humanos siempre tenemos presente que somos superiores a cualquier otra raza animal. Pensamos que los animales carecen de sentimientos, empatía y comprensión hacia el prójimo. Sin embargo, el investigador holandés Frans de Waals ha descubierto que tenemos y compartimos características de los mamíferos. Especialmente con los chimpancés, los delfines y elefantes.<br />La capacidad de entender al prójimo, sentir identificación y empatía es lo que nos hace formar parte de una sociedad. Cuando nacemos, somos seres indefensos que necestiamos cariño y amor para subsistir entonces nuestros padres generan una empatía y una relación estrecha para protegernos. Por ello debemos entender que este fenómeno se da también en los animales y es la razón por la cual existen manadas de leones, elefantes, etc. donde todos se unen bajo las mismas reglas gracias a la necesidad de cuidarse unos a otros.<br />Haciendo referencia al libro de “Emotional Intelligence” por Daniel Goleman explica que los seres humanos somos la evolución del simio. En ese entonces, el ser humano poseía un cerebro del tamaño de un puño donde solamente estaban contenidos los sentimientos, el cual nos hacía actuar por instinto. Sin embargo, al ir evolucionando, ese cerebro no se fue modificando sino que se fueron añadiendo nuevas capas como el sistema límbico y la corteza del lenguaje verbal que nos permitieron crear la “conciencia de nuestros actos”. A pesar de este desarrollo, los humanos seguimos siendo manejados por el instinto y los sentimientos, lo cual nos permite tener la disponibilidad de ayudar al prójimo.<br />Creo que el hombre parece ser el único animal que se empeña en no querer serlo. No somos capaces de comprender el funcionamiento de nuestra propia 'tecnología natural', es muy compleja para nuestro entendimiento y tal vez esto nos lleva a pensar que nuestras experiencias cotidianas son únicas y excepcionales. Sin embargo, debemos entender que la característica más sofisticada de nuestro cerebro es la empatía junto con el lenguaje. La cualidad de ponernos en el lugar del otro entendiendo su situación es además una empatía más sofisticada aún.<br />La arquitectura es una carrera muy altruista desde mi punto de vista, ya que busca crear espacios que se enfoquen en las necesidades del ser humano para mejorar la calidad de vida, teniendo muchas veces en cuenta la naturaleza del sitio y el contexto histórico del lugar donde se va a interevenir.<br />