La carta propone metas de educación ambiental para diferentes sectores educativos con el fin de promover una nueva ética ambiental, reordenar prioridades nacionales y regionales, y mejorar la calidad de vida y felicidad humana a través de la adquisición de conocimientos, aptitudes y actitudes sobre el medio ambiente. Los programas de educación ambiental deberían ser interdisciplinarios, estudiar el medio natural de forma global y actualizarse continuamente.