El documento describe tres ámbitos principales del trabajo social: el sistema judicial, las empresas no gubernamentales, y el sistema educativo. En el sistema judicial, los trabajadores sociales se coordinan con jueces y psicólogos, y trabajan en juzgados y clínicas forenses. En las empresas, gestionan proyectos de diagnóstico, promoción y capacitación. En el sistema educativo, brindan asesoramiento psicológico y atienden problemas de absentismo, familias y primera infancia.