Los antivirus nacieron en la década de 1980 para detectar y eliminar virus informáticos, y han evolucionado para bloquear, desinfectar archivos y prevenir infecciones de malware como spyware, gusanos y troyanos. Existen tres tipos principales de antivirus: los preventivos que monitorean el sistema para anticipar infecciones, los identificadores que rastrean códigos vinculados a virus, y los descontaminadores que eliminan programas malignos para restaurar el sistema a su estado original.