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Las reformas, Marco Enríquez-Ominami y su camino a la moneda
1. INFORME # 272
PULSO SEMANAL – LA SEMANA POLÍTICA
del 16 de marzo del 2015 al 22 de marzo del 2015
LAS REFORMAS, MARCO ENRÍQUEZ Y SU CAMINO A LA MONEDA
2. El debate presidencial que viene va girar en torno a una coyuntura en que los ciudadanos se van a
pronunciar sobre la profundización, consolidación o retroceso de las reformas. Más reformas o menos
reformas será la disyuntiva. En este contexto, ¿qué rol juega y que perspectivas se abren para Marco?
El posicionamiento de Marco Enríquez está directamente vinculado a la reformas y a la transformación
social. Por ello, sus probabilidades presidenciales aumentan en la medida en que las reformas sociales y
políticas que dominan la coyuntura gocen de “buena salud” y la ciudadanía este mayoritariamente por
profundizarlas, al menos, estabilizarlas.
No podemos olvidar, sin embargo, otras dos condiciones para que Marco se convierta en Presidente de
Chile: consolidar y aumentar su posicionamiento presidencial en las encuestas y resolver sus tensiones
favorablemente con la Nueva Mayoría. Respecto de las encuestas, hemos observado en otros análisis,
que está muy bien posicionado. Cómo la política es muy dinámica y las coyunturas cambian hay que
seguir observando lo que dicen y reflejan las encuestas futuras. En esta ocasión, voy a poner atención en
la “salud de la reformas” y de ahí proyectar las posibilidades presidenciales de Marco.
El tema de las reformas y su impacto en la opción presidencial de los
progresistas no sólo se remite al apoyo ciudadano de las reformas –
expresado en las encuestas-, sino también al espacio político para seguir
instalado y profundizando la “era de las reformas”.
El Bacheletismo y la Nueva Mayoría instalaron la tesis de que el arrollador triunfo de Bachelet en la
primaria y en la presidencial era un respaldo político a las “reformas estructurales” que el gobierno iba a
impulsar. Lo mismo se hizo extensivo al triunfo parlamentario. Sin embargo, a medida que empezaba la
gestión política de la nueva administración ese apoyo se iba diluyendo de manera paralela a cómo caía
la aprobación presidencial, del gobierno y de los Ministros asociados a los proyectos emblemáticos.
La reforma tributaria. La medición de Plaza Pública-Cadem muestra que a comienzos de abril del 2014 el
acuerdo con la reforma llegaba al 52%. Un año después la baja de 30 puntos porcentuales es muy
significativa al llegar al 32%. A su vez, las cifras de Adimark muestran que el acuerdo con esta reforma
baja seis puntos entre mayo del año pasado (51%) y febrero de este año (45%).
La reforma educacional. La medición de Plaza Pública-Cadem muestra que a fines de abril del 2014 el
acuerdo con la reforma llegaba al 60%. Un año después la baja de 25 puntos porcentuales es muy
significativa al llegar al 35%. A su vez, las cifras de Adimark muestran que el acuerdo con esta reforma
baja 11 puntos entre mayo y febrero al bajar del 58% al 47%.
PULSO SEMANAL # 272 23 de marzo del 2015
LAS REFORMAS, MARCO ENRÍQUEZ Y SU CAMINO A LA MONEDA
GONZÁLEZ LLAGUNO
3. La reforma laboral. La medición de Plaza Pública-Cadem muestra que a fines de diciembre del 2014 el
acuerdo con la reforma llegaba al 41%. Tres meses después a fines de marzo llegaba al 32%. No obstante,
hacia mediados del 2014 esta reforma según a CEP gozaba de muy buena salud.
La reforma constitucional. A la fecha no hay mediciones que den cuanta del impacto que va teniendo su
tramitación. No obstante, a fines del 2013 el 45% -según la CEP- estaba de acuerdo con una Asamblea
Constituyente. Del mismo modo, en Enero del 2014, la encuesta del Cerc mostraba que el 71% estaba de
acuerdo con una nueva constitución. La misma encuestadora muestra que en julio del 2013 el 37%
considera que Chile “necesita una nueva constitución” y el 46% que sólo hay que “reformar” la actual
constitución. En octubre del 2014 hay una baja en ambas respuestas; al 34% y 42% respectivamente. Lo
más probable, es que al comenzar la tramitación de la nueva constitución el apoyo ciudadano disminuya
del mismo modo como ha ocurrido con las otras reformas.
Por último, es interesante el dato de la CERC-MORI de enero de este año en el que el 47% de los
encuestados afirma que “los cambios van en la dirección equivocada”. A su vez, el 41% considera que van
“en la dirección correcta”. La pregunta de la CEP de mediados del año pasado acerca de “¿por qué cree
que la gente escogió a Bachelet?” muestra que para el 54% fue “por la confianza en ella como persona”;
sólo para el 26% fue por “su programa de gobierno”, es decir, por las reformas.
Los datos muestran, por tanto, que la “salud de las reformas” se comienza a deteriorar. El
gobierno comprometido con la ciudadanía y con un programa que se le han atribuido características
“religiosas” ha llevado adelante su ambicioso proyecto pagando altos costos políticos no sólo por
problemas internos de gestión, comunicación y coordinación, sino también por la magnitud de los
intereses en juego.
De hecho, al terminar este gobierno e iniciar la nueva administración –y con ello, el nuevo ciclo político-
serán muchas las reformas significativas aprobadas e implementadas: tributaria, educacional, laboral,
políticas y valóricas.
En este contexto:
¿qué reformas y en qué áreas se podrá seguir profundizando las
reformas “contra-neoliberales?
Marco Enríquez inicio su proyecto presidencial en el 2009 con una intensa y potente agenda de
transformaciones en el contexto de una sociedad que clamaba por cambios desde fines de los noventa.
Sin embargo, fue la derecha con Piñera y la tesis del “cambio” y del “desalojo” los que llegaron a La
Moneda. No obstante, el 20% obtenido por Marco no sólo fue un gran resultado político y electoral, sino
también un piso sobre el cual se levantaban grandes esperanzas para la siguiente elección. Luego, en las
presidenciales del 2013 la oferta de cambio estuvo asociada a la imagen “religiosa” de Bachelet y la oferta
de los progresistas fue anulada al bajar su votación de manera muy significativa.
Marco y los progresistas se enfrentan a una nueva competencia presidencial. Hemos visto y justificado
que en las encuestas está en un lugar de privilegio. Sin embargo, esta posición se puede debilitar
en la medida en que las reformas pierdan “aprobación ciudadana” y disminuya el
espacio político para más reformas y cambios.
GONZÁLEZ LLAGUNO
PULSO SEMANAL # 272 23 de marzo del 2015
4. De algún modo, Marco está enfrentado a la necesidad política de “re-inventarse” e instalar un relato que
por un lado de continuidad a los cambios y por otro “re-encante” a los ciudadanos con una agenda de
cambio que al parecer se va diluyendo. No hay que olvidar que muchas de las propuestas de Marco y los
progresistas ya forman parte del Chile actual o lo van a ser a fines de la actual administración: fin
binominal, elección directa Cores e Intendentes, Voto chilenos en el exterior, fin lucro en educación,
reforma tributaria, temas valóricos, etc.
Sin duda, quedaran aspectos prioritarios pendientes; sobre todo, si en esta fase no se avanza en
reformas políticas y se ralentiza el cambio constitucional. Ellos se relacionan, principalmente, con
profundizar la democracia para transitar de una democracia representativa, liberal y clásica hacia una
democracia participativa, ciudadana y más directa. En esa dirección, hay un amplio espacio para instalar
reformas políticas como: referéndum revocatorio, límites a la re-elección, plebiscitos vinculantes a todos
nivel, reducción dieta parlamentaria, iniciativa popular de ley, rendición de cuentas, congreso unicameral,
régimen de gobierno semi-presidencial, federalismo atenuado, fomento de una democracia electrónica,
etc.
En el plano de las libertades civiles e individuales siempre habrá espacio para avanzar en sentido
progresista. Del mismo modo, hay espacio para profundizar la “era de las reformas” y transitar de una
economía desregulada y especulativa a una economía regulada y productivista. En relación a los recursos
naturales también hay espacio para re-inventar la agenda progresista; sobre todo, en relación al agua, los
recursos pesqueros, forestales y mineros que, sin duda, serán los grandes pendientes de los próximos
años.
En definitiva, las aspiraciones presidenciales de Marco y los progresistas son directamente proporcionales
a la demanda ciudadana por cambios. Si estas últimas se debilitan, lo hará irremediablemente también la
opción de Marco Enríquez. En consecuencia, el desafío político es mayor; sobre todo, en momentos en
que las fuerzas conservadores de izquierda, de centro y derecha no están dispuestas a seguir perdiendo
cuotas de poder.
PULSO SEMANAL # 272 23 de marzo del 2015
GONZÁLEZ LLAGUNO