Proyecto por la Regionalización y la Función Municipal
Crisis, parálisis y la búsqueda de la legitimidad
1. INFORME # 276
PULSO SEMANAL – LA SEMANA POLÍTICA
del 13 de abril del 2015 al 19 de abril del 2015
CRISIS, PARALIZACIÓN Y LA BÚQUEDA DE LA LEGITIMIDAD
2. Los últimos meses una de las aristas del debate público ha girado en torno a que el gobierno está
“paralizado”, en un “marasmo” y en una evidente situación de estancamiento. La sequía legislativa, el
estancamiento de las reformas, el no asumir el control de la agenda sobre todo en la perspectiva de
liderar la “resolución de la crisis” y el estancamiento económico ha sido los hechos que se han invocado
para instalar la tesis de la paralización. Dos son las afirmaciones dominantes: un gobierno paralizado –sin
iniciativa ni legitimidad- y gobierno sin conducción ni liderazgo. Ha llegado a tal la magnitud la sensación
ambiente que han surgido rumores de que la presidenta ha pensado en renunciar y en las últimas
semanas se ha hablado de que se podrían adelantar las elecciones; sobre todo, si la situación “empeora”.
Incluso, un ex presidente afirmó que había llegado el momento de “hacer algo radical”.
Este análisis va dirigido a responder estas dos preguntas:
¿está paralizado el gobierno? y la presidenta ¿tiene
problemas de liderazgo y de conducción política?
El gobierno no está paralizado.
Desde el punto de vista institucional no hay parálisis. Desde el punto de vista político tampoco. En efecto,
las instituciones y los actores del poder siguen cada uno realizando sus labores constitucionales y
políticas. En medio del triángulo de las Bermudas: PENTA-CAVAL-SQM y de una crisis que parece no tener
fondo el gobierno sigue gobernando, impulsando sus “reformas estructurales”, liderando la resolución de
la crisis y al mismo tiempo atendiendo los múltiples problemas y situaciones que todo gobierno debe
enfrentar. Se podrá criticar de un lado y otro que lo está haciendo mal, que no se comunica bien, que la
gestión, que el estilo y que hay que cambiar los ministros, etc.; pero,
lo sustancial es que el ejecutivo está gobernando y el país tiene
condiciones de gobernabilidad y estabilidad democrática.
En consecuencia, el gobierno no está paralizado, no hay crisis de gobernabilidad, no estamos ad portas
de un quiebre institucional ni frente a la amenaza inminente de un proyecto populista. Como tampoco,
de un movimiento de “desobediencia civil” ni de turbas que arrasan con todo lo que encuentran a su
paso.
PULSO SEMANAL # 276 20 de abril del 2015
CRISIS, PARALIZACIÓN Y LA BÚSQUEDA DE LA LEGITIMIDAD
GONZÁLEZ LLAGUNO
3. Que los niveles de aprobación son bajos, que ha bajado la credibilidad de la presidenta, que la élite
política no tiene credibilidad, que la empresa del gran capital este cuestionada moralmente y que la
Iglesia Católica pierda su capacidad normativa, no son hechos ni situaciones suficientes como para
instalar la tesis de la paralización y de que el gobierno no tiene liderazgo ni conducción.
La presidenta sí tiene liderazgo y capacidad de conducción política.
Que la presidenta no tiene liderazgo es una “afirmación política” que venimos escuchando desde su
primera campaña presidencial: ¿es posible llegar a la presidencia de un país sin liderazgo?, ¿es posible
llegar a la presidencia de un país por segunda vez sin liderazgo?
No hay duda que su estilo Bachelet entra en contradicción con ese “liderazgo de pantalones largos” que
algunos reclaman y otros aplauden. Básicamente, entra en conflicto con los estilos autoritarios y
machistas de un país de cultura monárquica, feudal, patronal y patriarcal. Como ningún liderazgo se
ejercita y ejecuta en el vació surgen problemas derivados de las múltiples coyunturas a las que debe
responder: qué algún ex presidente o ministro del Interior tire la primera piedra.
En ese contexto dos son las referencias y demandas que se hacen en el último tiempo en relación al
liderazgo debilitado que manifiesta Bachelet; y que, por tanto, se expresa en una “falta de conducción” y
en una “paralización política”: las reformas y la salida a la crisis.
La coyuntura actual –sobre todo, desde CAVAL- ha puesto en duda no sólo la capacidad de Bachelet de
liderar las “reformas estructurales”, sino también la legitimidad de las mismas. Hemos visto, toda una
operación política –si se quiere, espontánea- en torno a debilitar las reformas por medio de
afirmaciones y opiniones dirigidas a cuestionar y erosionar la credibilidad y el liderazgo de la presidenta, a
instalar la necesidad de volver al clima de “los acuerdos” y a los liderazgos de “pantalones largos”. Desde
que se explota el caso CAVAL se consolida la tesis de que Bachelet no tiene “credibilidad” para seguir
impulsado el “programa de la inclusión y la igualdad”, sobre todo, cuando está contaminada por un caso
de “enriquecimiento familiar” como lo planteo al derecha desde el primer día. En consecuencia, no hay
piso “moral ni político” para seguir con las “reformas estructurales”.
La otra referencia de las últimas semanas sobre su liderazgo se relaciona con la actual crisis de
credibilidad. Desde todos los sectores se ha insistido en que se necesita su conducción y liderazgo para
superar esta “compleja y difícil” coyuntura. Curiosamente, los mismos que afirman que no tiene liderazgo
ni credibilidad, le piden y exigen que asuma la conducción de la crisis actual. Sin duda, en un régimen
presidencial es indispensable esa concurrencia. Precisamente, es lo que ha estado ocurriendo.
El triángulo de las Bermudas (PENTA-SQM-CAVAL) vino a profundizar un crisis instalada en la sociedad
chilena desde mediados de los noventa y que encuentra raíces en la forma en que se pactó la transición
una década antes hacia mediados de los ochenta. En consecuencia, ya no sólo se trata de una crisis de
credibilidad, de representación y de participación, sino también de probidad y transparencia.
PULSO SEMANAL # 276 20 de abril del 2015
GONZÁLEZ LLAGUNO
4. ¿Qué crisis debe liderar Bachelet: todas o sólo la referida al financiamiento
de la política y la probidad en los negocios?
Bachelet ha estado liderando la crisis: Tres son las acciones. En primer lugar, desde el primer momento
recurrió a la doctrina de que hay que dejar que las “instituciones funcionen” y por extensión “que la
justicia haga su trabajo” y que se operara con la “mayor transparencia”. Desde esta señal no hay
“arreglo” posible. “Que se investigue a fondo todo lo que haya que investigar” ha afirmado la presidenta.
En segundo lugar, está la acción orientada a regular la relación dinero-política por medio de la Comisión
Asesora Presidencial contra los “conflictos de interés, el tráfico de influencias y la corrupción”. A pesar de
las críticas iniciales, la Comisión tienen legitimidad como para que sus propuestas sean la base del
proyecto de ley que debe entrar al congreso a la brevedad y que tiene que apuntar a resolver problemas
de financiamiento, de probidad y de transparencia.
Junto a estas dos acciones concretas orientadas a resolver la actual crisis de la política hay una tercera
que se orienta hacia un conjunto de iniciativas que apuntan a una democracia más transparente como
por ejemplo, el proyecto sobre declaración de patrimonio e interés y la pérdida del cargo parlamentario.
En este punto hay mucho por hacer y el gobierno está al debe; probablemente, con las propuestas de la
Comisión Asesora se podrá avanzar en medidas que apunten a profundizar la democracia chilena no sólo
desde el punto de su transparencia, sino también de la participación.
Sin duda, son tres casos concretos en los que la presidenta ha liderado. De hecho, en un régimen
presidencial de rasgos monárquicos es inevitable esta concurrencia. No podemos olvidar, por otro lado,
que también los partidos y los centros de pensamiento han realizado estudios, informes y planteamientos
en torno a generar una democracia más transparente y de ese modo contribuir en alguna medida a
resolver la actual situación. Del mismo modo, los parlamentarios han ingresado un conjunto de iniciativas
–mociones- con el fin de profundizar y transparentar la democracia: reducción dieta, pérdida del cargo,
iniciativa popular de ley, control ciudadano, etc.
Pero, el tiempo de los diagnósticos, reflexiones y evaluaciones se está
acabando. Más bien se acabó.
De hecho, la entrega del informe de la comisión asesora no sólo marca un antes y un después en la
administración y resolución de la crisis, sino también marcará el ingreso de Bachelet a la arena política
con mucha fuerza y liderazgo. De hecho, desde hace unas semanas se ve una presidenta más involucrada
en la coyuntura. Ha llegado el momento de tomar decisiones.
En ese sentido, la élite ya tiene un acuerdo tácito y explícito: se ha impuesto la tesis del caiga quien caiga.
No puede haber “arreglín” ni “chanchullo”. Luego, los parlamentarios para avanzar en una solución a la
crisis de credibilidad y transparencia tendrán no sólo que “cuadrarse” con el proyecto o proyectos que
mande el ejecutivo, sino también tendrán que acelerar su tramitación.
GONZÁLEZ LLAGUNO
PULSO SEMANAL # 276 20 de abril del 2015
5. Sin embargo, es evidente que los temas de financiamiento, probidad y transparencia son sólo una parte
de una crisis que encuentra raíces en factores que no se vinculan con los casos que he llamado el
triángulo de las Bermudas: PENTA-SQM-CAVAL. Estos, más bien, vinieron a profundizar una crisis que ya
estaba instalada y que cada cierto tiempo salía de su latencia para explotar en medio de la élite política.
En consecuencia, regular la histórica relación entre la política y el capital con normativas más severas y
transparentes sólo va resolver a corto y mediano plazo los aspectos asociados a la transparencia y al
financiamiento de la democracia: ¿alguien puede creer que la credibilidad de la política se va restituir
porque “ahora sí” hay una normativa severa en temas de probidad?
Evidentemente, para avanzar hacia una democracia más participativa, más representativa y más legítima
se requiere –por cierto, complementariamente- no sólo iniciativas que apunten hacia una profundización
democrática –y quizás, más directa-, sino también hacia una real y esquiva –hasta hoy- sociedad
democrática. Queda mucho por hacer.
GONZÁLEZ LLAGUNO
PULSO SEMANAL # 276 20 de abril del 2015