El documento describe un modelo de aprendizaje vivencial en el que los estudiantes visitarán un asilo después de leer la Parábola del Buen Samaritano para tomar conciencia de la necesidad de ayudar al prójimo, donde compartirán útiles de aseo y alimentos mientras comparten anécdotas personales con la esperanza de que se sensibilicen frente a la realidad de las personas mayores.