El ejército romano tenía alrededor de 300,000 soldados altamente organizados y disciplinados, lo que les dio un gran éxito militar. La base del ejército eran las legiones de 6,000 infantes y 120 jinetes, divididas en centurias de 100 soldados. También incluía tropas auxiliares reclutadas entre pueblos conquistados y una poderosa flota. Los campamentos y fortificaciones construidos protegían a los legionarios y dieron lugar a nuevas ciudades. Los soldados recibían tierras al retir