Las aulas de la época tenían malas condiciones, con pocos recursos para mantener el calor en invierno. Los estudiantes usaban materiales básicos como lápices y enciclopedias para aprender asignaturas como lengua española y religión. Los niños comenzaban la escuela a los 6-7 años, pero muchos no asistían para ayudar a sus familias durante esos tiempos difíciles de guerra. Las aulas tenían un solo profesor autoritario que enseñaba todas las asignaturas y castigaba físicamente a