La reforma educativa impulsada por José Pedro Varela en Uruguay en el siglo XIX introdujo principios como la laicidad, gratuidad y obligatoriedad de la educación. Varela buscaba que la educación estuviera disponible para todas las clases sociales y se alejara de la influencia de la Iglesia Católica. La reforma también trajo cambios pedagógicos como una enseñanza más centrada en el razonamiento del alumno y la construcción del conocimiento a través de la observación y manipulación de objetos.