El documento discute la existencia del aura y cómo se ha intentado fotografiarla. Explica que en 1939 un científico ruso descubrió que podía captar la "impresión fantasmal" de un aura al pasar una corriente eléctrica a través de una mano sobre una placa fotográfica. Más tarde, esta técnica se conoció como fotografía Kirlian. Aunque algunos creen que muestra la existencia de un aura, la mayoría de los científicos ahora creen que se debe a efectos de ionización