La autonomía se refiere a la capacidad de una persona de regular su propia conducta sin influencia externa o interna, estableciendo sus propias normas. Ser autónomo requiere ser capaz de analizar la información disponible de manera razonable y usar la conciencia moral para tomar decisiones. También requiere actitudes como la responsabilidad, el conocimiento de sí mismo y la autoestima, así como habilidades sociales como el diálogo y la cooperación.