Este documento argumenta que los estudiantes deberían detener las protestas por varias razones: 1) Están cerca de perder el año académico; 2) El gobierno ha presentado dos propuestas aunque sean similares; 3) Los ciudadanos están cansados de las marchas; 4) Los trabajadores no quieren que sus hijos protesten en lugar de estudiar. Concluye diciendo que deberían dejar todo como está y que el movimiento no logrará cambios significativos.