Este poema largo y complejo explora temas de amor no correspondido, pérdida y melancolía a través de la repetición de frases y la yuxtaposición de imágenes contradictorias. El yo poético describe su vida como monótona y carente de propósito, pero también extraña el dolor del amor pasado. A lo largo del poema, compara su relación fallida con fuerzas naturales como huracanes y mares, y sugiere que aunque intentaron dominarse el uno al otro, al final no pudieron estar juntos.
HOY ME VI REFLEJADA EN UN ESPEJO
Estoy aquí sumergida en ti
amiga fiel y oscura.
Un frío intenso pareciera quebrarme los huesos
¡OH! Mi negra amiga ¿Qué te puedo contar?
¿Sabes? Hoy me vi reflejada en un espejo
No era el mío, vi dos caras….
Una sensación de congoja arrancaba el corazón…
¿Cuántos recuerdos de fantasmas me invadieron?
¿Cuántos recuerdos de una vida inédita?
Sumida en pensamientos de mares rojos
Tormentosos, inciertos pero, siempre deseados.
En ese espejo vi dos realidades,
iguales y distintas a la vez
Vi inocencias perdidas.
la mía si sé por quién.
la suya todavía no lo sé.
Vi sus miedos y los míos
El pavor al abandono…
Vi las noches que se esperan con ansias
pero que parecen nunca terminar.
Vi en el reflejo de ese espejo dos caras
Una era más triste que la otra
tan parecidas y distintas a la vez
En un continuo buscar el oscuro túnel del olvido,
del no ser…. para ser,
del deseo por abrazar la locura,
del deseo de morir para poder renacer.
Vi en el reflejo de ese espejo dos caras
Imagines de cuencas vacías
pero a pesar de ello
pude ver los ojos de esas niñas viejas
Y desee entender su esencia y la mía,
sin perderme en la inconsciencia…
En el absurdo de compararnos
pero, que difícil poderlas entender
Ambas caminan cansadas,
buscando un paraíso inexistente...
el jardín del edén, que no existió ,ni existe
Vi en el reflejo de ese espejo dos caras
Una todavía tiene un cuerpo,
deseoso de sentirse vivo,
amado y de arder…Pero que a veces ,
sin saber por qué desea partir…
El otro ya solo tiene alma
un alma viajera, sin esperanzas….
Que camina y camina durante la perpetua noche
en dónde solo reina el silencio de sus propias voces.
Hoy vi en el reflejo de ese espejo dos caras
Y es extraño ya no tengo frío.
Veo un remolino serpenteando a mí alrededor
y estoy escuchando mis propias voces internas,
tratando de plasmar en mis escritos
la vida misma, su esencia y la mía,
el ser y el no ser...
Hoy vi en el reflejo de ese espejo dos caras
La cabeza estalla y duele,
la mente se aturde y la sangre fluye...
¿Qué te sostiene todavía a la vida?
Y solo escuche mi propia voz que decía
¡Una esperanza!
La misma que a veces no termina de llegar…
y vuelve a partir
Hoy vi en el reflejo de ese espejo dos caras
La tuya y la mía y extrañamente te busque… te llame…
¡OH! ¿Es que la poesía es también parte de la locura?
Que nos impulsa a buscar ríos rojos…
Tormentos…
Dolores…
Espejos…
Soles negros…
Voces inexistentes…
Fantasmas…
Morir para poder ser…
Pavorosas imágenes que vienen a la mente
la aturden… la gastan…
¿Por qué las piedras atragantaban tu garganta?
En la fila de la muerte muchos estamos
Tu primero, yo después…
¿Quién nos entiende?
Estamos extraviados
en esta loca necesidad de dejar ser
para volver a ser.
¡Que tormentos!
Alejandra, Alejandra…
Te robaron un nuevo amanecer
Hoy vi en el reflejo de ese espejo dos caras
La tuya y la mía y te siento tan cercana
que por un momento no pensé y te llame…
Alejandra, Alejandra, Alejandra.
A LA MEMORIA DE ALEJANDRA PIZARNIK
JEM WONG
09.10.2004
(Jemwong)
32. Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
33. Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así nadie te querrá!
34.
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40.
41. Hoy como ayer, mañana como hoy,
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar... andar.
Moviéndose a compás como una estúpida
máquina el corazón:
la torpe inteligencia del cerebro
dormida en un rincón.
El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándole sin fe;
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorando por qué.
Voz que incesante con el mismo tono
canta el mismo cantar,
gota de agua monótona que cae,
y cae sin cesar.
Así van deslizándose los días
unos de otros en pos,
hoy lo mismo que ayer... y todos ellos
sin gozo ni dolor.
¡Ay! ¡a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir!
¡Amargo es el dolor; pero siquiera
padecer es vivir!
De lo poco de vida que me resta
diera con gusto los mejores años,
por saber lo que a otros
de mí has hablado.
Y esta vida mortal y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo,
por saber lo que a solas
de mí has pensado.
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!...
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!...
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!
42. Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre... y también lloro.
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí;
y pasa sonriéndose y yo digo:
¿Cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa,
máscara del dolor,
y entonces pienso: —Acaso ella se ríe,
como me río yo.
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a tus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros
nombres...
¡esas... no volverán!.
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!
43. Amarte es mi pecado,
por no entender que nunca fuiste mía,
por las ganas de llenar este vacío
que se formó entre el sentimiento y la razón.
Amarte es mi pecado.
�A
marte es mi pecado,
por no entender que nunca fuiste mía,
por las ganas de llenar este vacío
que se formó entre el sentimiento y la razón.
Amarte es mi pecado.�
Amarte es mi pecado.�
Amarte es mi pecado.�
Amarte como lo hice yo,
sin darle tregua al sentimiento,
resulta siempre un juego peligroso,
porque al final el que más dio es el perdedor.
Amarte como lo hice yo,
vaciándome por ti los días
gasté cien mil palabras en el viento,
me entregué a cada momento
para verte feliz.
Amarte es mi pecado,
porque adorarte fue una fantasía,
porque quererte fue una tontería
y le hice caso al corazón.
Amarte como lo hice yo,
sin limite en el horizonte,
Resulta siempre un juego peligroso,
porque al final el que mas dio es el perdedor.
Amarte como lo hice yo,
vaciándome por ti la vida
gasté cien mil palabras en el viento,
me entregué a cada momento
para hacerte feliz.
Amarte es mi pecado,
porque adorarte fue una fantasía,
porque quererte fue una tontería
y le hice caso al corazón.
Amarte es mi pecado,
por no entender que nunca fuiste mía.
Por las ganas de llenar este vacío,
que se formó entre el sentimiento y la razón.