Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...
Breve Historia Credos y Confesiones 1ra parte
1. Los Credos Cristianos, las
Confesiones y Declaraciones de fe; han tenido un
rol importante a lo largo de dos mil años en la
historia de la Iglesia. En ellos podemos encontrar la
esencia y la base de las doctrinas fundamentales de
la Iglesia Cristiana; así como el cuerpo de creencias
de las iglesias evangélicas y protestantes. Los
credos y confesiones son, por lo tanto, documentos
concisos y ordenados de las doctrinas bíblicas.
Sin embargo, también hemos de decir, que a lo largo
de la historia (principalmente en la era moderna),
estos han sido causa de debates teológicos y
discusiones; que han provocado cismas y una
fragmentación de la Iglesia Cristiana Evangélica.
Esta presentación pretende presentar una idea general acerca de los Credos y las Confesiones de
Fe; así como destacar su importancia y relevancia para la Iglesia contemporánea.
2. La palabra “Credo” proviene del latín “Credere” que significa “Creer”;
así que Credo significa “Yo Creo”; y se trata de un término con dos acepciones: En primer lugar, el
Credo es una oración; y, por otra parte, es un conjunto de creencias.
3. ¿Cuáles
han sido los tiempos en que la iglesia ha
formulado sus credos y sus textos
confesionales? Lo ha hecho siempre en
tiempos difíciles, uno de estos periodos fue
del siglo II al V d.C., tiempo conocido la
“Patrística” (era de los padres de la Iglesia);
quienes actuaron en un momento clave para
determinar cuál era la fe y doctrina de la
iglesia; que se veía amenazada por herejías
tales como: El gnosticismo, el arrianismo, el
docetismo, el marcionismo, el nestorianismo,
el adopcionismo, el apolinarianismo, el
monofisismo etc., que iban en contra
principalmente de la Cristología.
4. ¿Por lo que, más que una oración, son la
profesión de fe de los primeros cristianos e
incluye elementos esenciales:
1. El Dios Trino al mismo tiempo Padre, Hijo y
Espíritu Santo.
2. El reconocimiento de Jesucristo, Hijo del
Hombre y Salvador esperado.
3. Jesús, completamente Dios y completamente
hombre.
4. La resurrección de Jesús y el acceso a la vida
eterna.
5. La pertenencia para todos los cristianos a un
mismo cuerpo, la Iglesia.
Pero, nunca pretendieron ser declaraciones completas de lo que creen los cristianos sobre todos los
aspectos de la fe; si no una especie de un “Juramento de Lealtad” a las tres personas de la Trinidad.
5. Aun cuando no son los únicos y exclusivos; son cuatro
los credos más famosos y representativos en la historia de la iglesia: “El Credo de los Apóstoles, El
Credo Niceno-Constantinopolitano, La Declaración de Calcedonia y El Credo de Atanasio”.
6. A pesar de su nombre, el Credo de los Apóstoles no fue escrito por los apóstoles bíblicos, sino que
se originó después. La versión completa que se utiliza hoy en día probablemente fue creada
alrededor del siglo quinto.
El Credo de los Apóstoles forma una importante
declaración de creencia que cubre muchas áreas
de la teología cristiana; que hoy día es utilizada
por una gran variedad de grupos cristianos,
incluidos los católicos romanos, muchas iglesias
ortodoxas, la iglesia anglicana, muchas iglesias
protestantes y pocas iglesias evangélicas.
7. El Credo de Nicea es una declaración de fe adoptada por los 318 padres de oriente y occidente que
se dieron cita por órdenes del emperador Constantino en el Concilio de Nicea del 325 d.C.; y
ratificada mas tarde en el Concilio de Constantinopla en el 381 a.C.
El Credo de Nicea es el credo por excelencia, porque es el único documento después de la Biblia
que ha sido aprobado oficialmente por toda la iglesia. El Credo de Nicea es aceptado por la Iglesia
Católica, la Iglesia Ortodoxa, la Iglesia Anglicana y muchos grupos de la Iglesia Protestante.
Se puede dividir en cuatro secciones:
1. Una sección trinitaria, con artículos
dedicados al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
respectivamente.
2. Una sección eclesiológica o sobre la Iglesia.
3. Una sección sobre el sacramento del
bautismo.
4. Una sección escatológica o sobre la
esperanza futura.
8. En el IV y V siglo d.C., surgieron dentro de la iglesia primitiva varias creencias que negaban de una
u otra forma las dos naturalezas de Cristo, la humana y la divina (Apolinarianismo, Nestorismo y
Monofisismo); por lo que la Iglesia se vio en la necesidad de tratar el asunto.
La solución vino con el concilio de
Calcedonia, un concilio de la iglesia cristiana
en aquella ciudad, cerca de Constantinopla,
del 8 de Octubre al 1 de Noviembre del año
451 d.C. Donde se estableció un documento
oficial, firmado por 520 obispos, para la
Iglesia, conocido como “La Definición
Cristológica de Calcedonia”.
Esta declaración es una enseñanza sobre la naturaleza de Cristo, que se ofrece a la iglesia con el
objetivo de confesar al Hijo encarnado y refutar las herejías que estaban siendo enseñadas.
9. El Credo de Atanasio también llamado “Quicunque
Vult” (‘Quienquiera salvarse’) pues así comienza; es
un resumen antiguo de la doctrina cristiana.
El Credo de Atanasio parece haber sido escrito
principalmente para refutar las herejías que implican
la deidad y la humanidad de Jesucristo, como el
arrianismo, el nestorianismo y el monofisismo.
Desde el siglo XIII el Credo de Atanasio se convirtió
en el tercer Símbolo de la Fe más importante para el
occidente; después del Niceno y el Apostólico
Se divide en tres partes:
1. La primera es una bella definición de la doctrina de la Trinidad.
2. La segunda es notablemente cristológica, e incluye artículos sobre su obra salvífica.
3. La tercera parte, más breve, se dedica a la esperanza escatológica de los cristianos.
10. Puede que
pertenezcas a una iglesia que se llame a sí misma
“confesional”; si es así, es probable que numerosas
denominaciones cristianas han escrito (y todavía
escriben) “Confesiones de Fe”, es decir,
declaraciones de lo que cree ese grupo de cristianos.
Una confesión de fe es una declaración escrita y formal que reconoce, afirma y da testimonio de las
creencias compartidas de una comunidad religiosa en forma de una fórmula fija que resume los
principios doctrinales.
11. Después del siglo V y durante 1000 años la
iglesia no formula nuevos credos o textos confesionales, hasta los siglos XVI-XVII. ¿Qué evento
importante se dio en este tiempo? “La Reforma Protestante”, otra vez un tiempo de crisis, en el
cual se desarrollaron nuevas escuelas teológicas, derivadas del movimiento protestante.
Estas confesiones varían mucho en extensión,
pueden ser un pequeño puñado de puntos,
cada uno expresado en un párrafo corto; o
pueden extenderse mucho más y leerse más
como tratados teológicos. Algunas de estas
confesiones se han adaptado en catecismos,
en los que los puntos de las confesiones se
reformulan en un formato de preguntas y
respuestas como una ayuda para ser
enseñadas de manera particular.
12. Casi todas las confesiones históricas que
tenemos son del tiempo de la Reforma Protestante, estas son algunas de las más representativas:
13. Consta de 33
artículos y es un breve resumen teológico
apologético que recoge la ortodoxia doctrinal de
las Iglesias Reformadas nacidas del movimiento
calvinista en Gran Bretaña; cuyas raíces
históricas están en la doctrina expuesta por Juan
Calvino durante el siglo XVI en Ginebra, Suiza.
Fue
escrita por Bautistas Particulares, quienes se
apegaron a una soteriología calvinista en
Inglaterra para dar una expresión formal de su
fe cristiana desde una perspectiva bautista. Se
basó en la Confesión de Fe de Westminster
(1646) y la Declaración de Savoy (1658).
14.
15.
16. Si las confesiones y los credos son declaraciones de lo que creemos como cristianos, ¿Cuál es la
diferencia entre ellos?
Los credos se enfocan en las personas de la
Trinidad; por quienes, por fe, somos salvos.
Una diferencia es que las confesiones abarcan
lo que creemos; los credos abarcan en quién
creemos; otra diferencia importante es que los
credos son universales, pero las confesiones
son más locales.
Por el contrario, la extensión mayor y lo
específico de las confesiones expresan las
creencias particulares de los grupos o
denominaciones cristianas que las escriben.
17. Así como es de
importante “lo que creemos”, aún más central para nuestra fe es “en quién creemos”. Las doctrinas,
tan bien articuladas en las confesiones, no son definitivas, pero nos señalan al Padre, al Hijo y al
Espíritu que nos salvan; mientras los Credos llaman nuestra atención sobre la centralidad e
importancia de nuestra fe en las personas de la Trinidad.
18. Es simplemente la expresión que define conceptualmente las creencias y
prácticas de un cuerpo cristiano particular en determinados momentos de su existencia histórica.
Sin embargo, hemos de decir que, con el paso
del tiempo, las Confesiones de Fe históricas,
se fueron convirtiendo en documentos cada
vez más particulares; para poder distinguirse
con mayor énfasis de otras denominaciones
cristianas o escuelas teológicas; abriendo
cada vez mas la brecha de separación y
provocando hasta hoy la fragmentación del
Cuerpo de Cristo, la Iglesia.
19. Bernard Coster dice que las Confesiones
deben buscar la verdad de Dios y la verdad del
hombre, todo desde la cruz de Cristo. Por lo que los
Credos y Confesiones deben responder a las crisis
de fe de nuestro siglo como la revolución científica,
sexual y tecnológica, las pandemias, la ética, la
educación y la autoridad bíblica, etc.
Sin embargo, también hemos de reconocer, que no estamos viviendo la mejor etapa espiritual de la
iglesia, aunque tenemos un gran crecimiento de las iglesias no confesionales, hay una gran falta de
reflexión teológica.
Hoy en día, vemos en las nuevas generaciones de evangélicos que cada quien cree lo que quiere,
cada quien interpreta la Biblia a su manera; olvidan que somos una iglesia histórica y tratan de
inventar nuevas interpretaciones sin considerar a los padres de la antigüedad.
20. La Iglesia de
Cristo tiene 20 siglos de historia y nosotros no podemos desligarnos de ese pasado; es necesaria
para darnos un sentido de continuidad histórica.
No es que una doctrina sea verdadera por ser antigua;
una doctrina es verdadera sólo si es la enseñanza de la
infalible Palabra de Dios. Pero debemos recordar que el
Espíritu Santo no comenzó a guiar a los cristianos en el
siglo XX; tenemos un largo pasado que debemos
conocer y reconocer.
Eso de ningún modo elimina la necesidad de nuestro propio quehacer teológico, porque es
indudable que la Iglesia de cada generación tiene que enfrentar sus propias luchas y retos. Pero al
hacerlo, debemos cuidarnos de no echar por la borda la labor de 20 siglos de historia.
21. La invitación esta mañana es,
de manera especial, a que leas tu Biblia tan
fielmente como aquellos que hicieron los
Credos y Confesiones; y a través de ella
hacer una valoración de tu fe. A revisar si tus
conceptos teológicos son novedosos o
históricos, si son viejas herejías o doctrinas
comprobadas bíblicamente.
A aceptar que nuestra Iglesia cristiana es
histórica; a ser claro en cuanto a qué es lo
que crees, a respetar las diferentes
perspectivas de los demás grupos
cristianos, en cuanto a doctrinas que no son
fundamentales. A trabajar en construir, como
la Iglesia Anglicana lo hizo; una Vía Media;
una unidad más ecuménica entre el cuerpo
de Cristo, en lugar de fragmentarnos tanto.
“En lo
esencial,
UNIDAD; en
lo no
esencial,
LIBERTAD;
y en todo,
AMOR”