El documento analiza cómo el trabajo nocturno, con altos niveles de estrés o gran actividad física, altera los ritmos biológicos de los trabajadores, afectando su rendimiento y aumentando los riesgos laborales. Entrevistas con un taxista, bombero y controlador aéreo muestran cómo sus trabajos, especialmente los turnos nocturnos, provocan fatiga física y mental, y estrés. Mejorar las condiciones laborales para respetar los ritmos biológicos mejoraría la salud de los trabajadores.
1. Grupo 9
Verónica Aparicio Rojas
María Pérez Carreras
Cristina Rubio Rodríguez
Buena salud, mejor trabajo.
El interés en este punto del tema desde el punto de vista práctico es el de la
innovación a la hora de evaluar a los trabajadores que sufren estas
alteraciones por las características propias de su labor profesional. Es decir,
que la parte final de la evaluación sean una serie de propuestas efectivas para
disminuir los riesgos laborales desde el punto de vista psicofísico,
disminuyendo en la medida de lo posible los puestos de trabajo que requieran
una alteración en dichos ritmos biológicos.
Las condiciones de los trabajadores han ido mejorando a lo largo del último
medio siglo de forma progresiva. En nuestra Asociación “Buena salud, mejor
trabajo” nos seguimos preocupando por los distintos sectores que todavía
tienen áreas que mejorar.
Según investigaciones recientes, los trabajos nocturnos, los que requieren gran
actividad física o los que generan altos niveles de estrés, alteran los ritmos
biológicos de los trabajadores influyendo en su rendimiento e incluso aumenta
los riesgos laborales mientras desempeña su trabajo.
El ritmo biológico es un aspecto muy influyente en el ser humano y su
anomalía puede repercutir en él y en su actividad física. El ritmo biológico es la
recurrencia de cualquier fenómeno dentro de un sistema biológico a intervalos
más o menos regulados. Tiene un carácter hereditario y muchos de los ritmos
biológicos están sincronizados por factores del entorno. Uno de los
sincronizadores es el ciclo luz-oscuridad.
Los seres humanos estamos "biológicamente programados" para la actividad
diurna y el descanso nocturno, por lo que el trabajo nocturno debe ser
considerado como antinatural.
El trabajo por turnos se ha extendido a muchos sectores productivos y exige
mantener al organismo activo en momentos en que necesita descanso y a la
inversa. Este tipo de turnos de trabajo provoca en el trabajador un desajuste
entre el tiempo de trabajo, el tiempo biológico y el tiempo social.
Para intentar acercarnos a la realidad, y que todos podamos llegar a descubrir
los riesgos que algunas de estas profesiones conllevan nos hemos puesto en
contacto con tres personas que desde distintos puntos de vista nos harán ver
las situaciones en las que se encuentran en su vida diaria.
Para ello contamos con Julio, taxista de 50 años, Manuel bombero de 32 años
y Gabriel, controlador aéreo de 28 años.
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2. Las conclusiones que han derivado de estas entrevistas podríamos resumirlas
de manera directa y concisa en lo siguiente:
Julio nos hizo ver que el puesto de trabajo de los conductores ya sean de
mercancía o de viajeros también tiene incidencia en los ritmos biológicos de los
propios trabajadores. La conducción es una actividad física que exige disponer
de elementos físicos (vista, manos, pies,…) en condiciones adecuadas para
poder percibir los diversos estímulos propios de la circulación y también tomar
las decisiones adecuadas. Por otra parte los procesos psicológicos implicados
influirán en la evaluación, toma de decisiones y en el control del resultado de
las mismas.
Más concretamente los taxistas sufren altos niveles de estrés por estar
expuestos a los diferentes elementos del tráfico durante largos periodos de
tiempo. Una exigencia de su puesto de trabajo es la prolongada atención en
todos estos agentes, por lo que también sufren fatiga, tanto física como
psicológica.
La conducción nocturna es un factor de riesgo importante, teniendo en cuenta
que además de lo mencionado anteriormente, también se alteran los ritmos
biológicos del conductor, aumentando así el riesgo de fatiga, disminución de la
atención, el sueño y el tiempo de reacción.
En la última modificación que se ha hecho en la regulación de este puesto de
trabajo se señalaron la duración y cómputo de la jornada laboral, imponiendo
unos descansos al cumplir unas horas de conducción continua.
Creemos que esta medida va en la dirección de mejorar la salud laboral de los
trabajadores de este gremio y que disminuirán de forma notable el número de
accidentes que sufren y/o provocan.
Manuel nos contó algo que realmente todos sabemos que es que la profesión
de bombero es una de las más peligrosas que existen, pero lo realmente
sorprendente, que desconocíamos por completo y que él nos trasladó es que
según una reciente investigación, la principal causa de mortandad entre los
bomberos es debida a infartos de miocardio, en lugar de a las quemaduras o
las inhalaciones de humo, como se podría esperar.
El trabajo de los bomberos exige un esfuerzo y actividad física tanto en el turno
de mañana como en el de noche. El trabajo de bombero exige un esfuerzo
físico en entornos peligrosos y están expuestos a posibles accidentes
laborales. El ritmo biológico de los bomberos se ve modificado al trabajar en el
turno de noche y puede acarrear diversas patologías. La fatiga puede causar
errores en el trabajador y afecta a la salud y a la seguridad del público que
atiende. Esto se debe tener en cuenta en los turnos nocturnos de los bomberos
ya que tienen que tener la posibilidad de poder descansar mientras no haya
llamadas de emergencia.
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3. Por último las aportaciones de Gabriel nos hicieron descubrir que por ejemplo
para todos los controladores aéreos los turnos son de doce horas (de 8 de la
mañana a 8 de la tarde y viceversa) con tres días de vacaciones, contando con
el día de salida. Por cada hora y media trabajada hay media hora de descanso.
El ritmo habitual de trabajo es acelerado y con mucha tensión.
La tarea más difícil y que produce mayor desgaste visuales el intercalar las
entradas y las salidas de aviones.
Hay fatiga nerviosa por mantenimiento prolongado de la atención y la tensión.
En una hora y en grandes aeropuertos pueden llegar a gestionar 78 vuelos. A
menudo se encuentran ante una gran sobrecarga de trabajo con un violento
ritmo del mismo.
El controlador aéreo tiene en sus manos las vidas de miles de personas, por
ello está sometido a tanto estrés, ya que un solo descuido puede ocasionar
daños desorbitados.
Para intentar paliar los problemas derivados de estos ritmos frenéticos
laborales, al parecer la tendencia ha sido el elevar los salarios, para "pagar
condiciones anormales de trabajo", como si con ello ya se solucionaran los
problemas y se eliminara el estrés que todas estas condiciones generan.
Principalmente pretendemos difundir este artículo para que se pueda hacer eco
de las necesidades que existen actualmente en la sociedad en cuanto a las
relaciones laborales y los riesgos que ellas conllevan, ya que si bien es cierto
que es necesario valorar la labor del trabajador, es decir, la acción en sí, lo son
aún más las condiciones impuestas por el propio puesto de trabajo en sí. El
hecho de tener en cuenta algo como los ritmos biológicos supondrá una mejora
en la vida de estos trabajadores, tanto a nivel profesional como a nivel personal
fuera del ámbito laboral.
Este tipo de trabajos producen un estrés de mucha intensidad, ya que se
alteran los ritmos biológicos del trabajador, los ciclos del sueño y el
comportamiento hormonal, con la consiguiente alteración de la dinámica
familiar y social del individuo. Estas labores requieren del trabajador un elevado
poder de adaptación, con mecanismos de defensa de la personalidad
poderosos que, al fallar, llevan a situaciones límites de ansiedad, depresión,
irritabilidad, alteraciones del sueño, alteraciones de la dinámica familiar en
todas sus facetas, incluyendo la actividad sexual de la pareja.
Las medidas que se tomen a partir de estos datos enriquecerán a las
organizaciones, a los trabajadores y a todo su entorno, mejorando su
funcionamiento, disminuyendo los accidentes laborales y fomentando un buen
clima dentro de la propia institución.
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