Este documento trata sobre la importancia de buscar y trabajar para lograr progreso espiritual. Señala que debemos buscar el tesoro espiritual que nos brinda paz interior, no solo enfocarnos en lo material. También habla sobre la necesidad de orar pidiendo fortaleza interior en lugar de cosas materiales, y de tener fe y trabajo persistente para merecer lo que deseamos lograr.
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
Buscad y hallaréis
1. BUSCAD Y HALLARÉIS
Evangelio según el Espiritismo
Capítulo XXV
J. David Corrales
2. AYÚDATE Y EL CIELO TE AYUDARÁ
Pedid y se os dará: buscad y hallaréis :
llamad y se os abrirá – porque todo el
que pide recibe; y el que busca, halla; y al
que llame, se le abrirá.
¿O quién de vosotros es el hombre, a
quien si su hijo le pidiere pan, le dará una
piedra? - ¿ O si le pidiere un pez , por
aventura le dará una serpiente? – pues si
vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos: ¿Cuánto
más vuestro padre que está en los cielos,
dará bienes a los que se los pidan? (San
Mateo, cap. VII, y. de 7 a 11)
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3. Bajo este punto de vista terrestre,
la máxima: buscad y hallaréis, es
análoga a esta otra: ayúdate y el
cielo te ayudará.
Este es el principio de la ley del
trabajo y por consecuencia la ley
del progreso.
En la infancia de la humanidad, el
hombre sólo aplica su inteligencia
en busca del alimento y preservarse
de la interperie y de los enemigos.
Pero pocos buscan el tesoro que se
nos es necesario para nuestra
tranquilidad...
Es preciso alimentar el Espíritu para
que así pase el hombre a un estado
de civilización y alegría en sí mismo.
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4. Tipos de
trabajo
Trabajo espiritual: es la
acción que realizamos
Trabajo material: es diario a diario por
aquel por el cual conseguir la
conseguimos lo medios tranquilidad de
necesarios para la nuestra conciencia y la
supervivencia de nuestro felicidad de nuestro
cuerpo. Espíritu.
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5. También es preciso recordar el
descanso de nuestro cuerpo;
sabiendo que el ecxeso de las cosas
nos conllevan a la enfermedad, lo
cual se considera ante la justicias de
nuestro Padre, como suicidio
inconsciente.
Una forma de descansar nuestro
cuerpo y nuestra alma es a través de
la meditación, la oración, el
encuentro con nosotros mismos el
cual demuestra los grandes
beneficios tanto para el cuerpo
como para el Espíritu.
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6. LA ORACIÓN
En nuestras oraciones estamos
acostumbrados sólo a pedir cosas
materiales, debemos pedirle a Dios
fortaleza para lograr nuestro cambio
Espiritual.
• Primero: hay que desear
• Segundo: saber desear
• Tercero: merecer.
Orar es hablar con Dios, y es el
principal medio de ayuda que los
seres humanos utilizan para elevar
sus peticiones al Padre Celestial.
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7. CONTEMPLAD LAS AVES DEL CIELO
Ellas no siembran ni siegan y no amontanan nada en los
graneros, mas vuestro Padre Celestial las alimenta; ¿no sois
vosotros más que ellas? Y, entre vosotros, ¿ quién es el que
puede, con todos sus cuidados, añadir a su estatura a la altura
de un codo?
No nos angustiemos diciendo: ¿qué comeremos, o qué
beberemos, o con qué nos vestiremos? Buscad, pues,
primeramente, el reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas
os seran dadas por añadidura. Por eso no nos angustiemos por
el día de mañana porque el día de mañana cuidará de sí mismo.
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8. FE Y TRABAJO
Había un hombre que vivia a la
orilla de un rio pero pasaba muchas
dificultades, una vez este hombre
tenía mucha hambre y a la orilla del
otro río había una suculenta
manzana; este hombre era muy
creyente, y empezó a desear y
visualizar que tenía la manzana en
sus manos en la orilla de aquel río
este hombre se paraba y la
observaba, y con gran ansiedad se
decia nadaré para alcanzar la
manzana más nunca nadó y nunca
alcanzó la manzana.
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9. Si este hombre hubiera
utilizado su fé y la
pusiera en acción, habría
alcanzado la manzana y
calmaría su hambre.
Recordemos que hay
que tener voluntad
activa, trabajo
persistente y
merecimiento justo para
lograr lo que nos
proponemos.
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10. MERECIMIENTO
Derecho a recibir algo que por
nuestras acciones hemos logrado, a
través de este obtenos lo bueno y lo
malo según la máxima cristiana: “No
hagas a nadie lo que no quieren que
te hagan a ti, porque con la vara que
mides seres medido” de esta
manera entendemos que todo lo
que llega a nuestras vidas es justo,
porque...
“La siembra es libre, pero la cosecha
obligatoria”
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11. NO OS ACONGOJEIS POR LA POSESIÓN
DEL ORO
Jesús nos enseña a confiar en la Divina
Providencia y evitar los apegos materiales
porque si no tienes nada por lo menos no
estarás sometido a las tentaciones de la
ambición, pero si posees estos recursos
luchad para que tu corazón no se
enceguezca ante las pasiones de la materia.
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12. “Debemos de luchar por predicar y cultivar
los tesoros del alma que no son destruidos ni
por el orín ni el hollín”.
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13. EL ALMA DEL MUNDO
Cuando consiga superar graves problemas en su relación, no
se detenga en el recuerdo de los momentos difíciles, sino en la
alegría de haber atravesado una prueba más en su vida .
Cuando salgas de un largo tratamiento de salud, no pienses en
el sufrimiento que fue necesario enfrentar, sino en la
bendición de Dios que permitió la curación.
Lleve en su memoria, para el resto de su vida, las cosas buenas
que surgieron en las dificultades. Ellas serán una prueba de su
capacidad, y le darán confianza ante cualquier abstaculo.
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14. Unos querían un empleo mejor; otros, sólo un
empleo.
Unos querían una comida más abundante y variada;
otros sólo una comida.
Unos querían una vida más amena: otros, poder vivir.
Unos querían unos padres mas esclarecidos; otros,
tener padres.
Unos querían tener ojos claros; otros, poder ver.
Unos querían tener una bonita voz; otros, poder
hablar.
Unos querían silencio; otros, poder oír.
Unos querían zapatos nuevos; otros, tener pies.
Unos querían un auto; otros, poder andar.
Unos querían lo superfluo; otros apenas lo necesario.
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15. Hay dos tipos de sabiduría: la inferior y la superior. La
sabiduría inferior es dada por cuanto una persona
sabe y la superior es dada por cuanto ella tiene
consciencia de lo que no sabe. Tenga sabiduría
superior. Sea un eterno aprendiz en la escuela de la
vida.
La sabiduría superior tolera; la inferior, juzga.
La superior, alivia; la inferior, culpa.
La superios, perdona; la inferior condena.
¡Hay cosas que el corazón sólo habla para quien sabe
escuchar!
J. David Corrales