El documento discute el mercado dirigido a niños y adolescentes desde tres perspectivas: el mercado directo (dinero que gastan directamente), el mercado de influencia (influencia en decisiones familiares de compra), y el mercado a futuro (creación de hábitos y preferencias que perduran cuando son adultos). Los niños se han convertido en objetivos importantes para las empresas debido a su poder adquisitivo directo y su capacidad de influir en las compras familiares.