El documento discute el cambio demográfico hacia una mayor participación de las mujeres en posiciones de liderazgo político y económico. Señala que el Perú tiene la mayor proporción de cargos gerenciales ocupados por mujeres a nivel de América Latina, además de que sectores como turismo, banca, minería y maquinaria demandan cada vez más ejecutivas. Refuta la idea de que no hay oportunidades para las mujeres, indicando que tienen mayores posibilidades de mejor remuneración.