La participación ciudadana en el presupuesto municipal implica un proceso continuo con dos etapas: 1) Decidir de manera organizada las necesidades prioritarias que deben satisfacerse y presentarlas como demanda al gobierno municipal. 2) Exigir que la demanda sea aprobada, ejecutada según lo acordado y controlar que los recursos se utilicen de forma ética y transparente para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Al igual que un pescador o agricultor necesitan realizar diversas acciones para lograr sus objetivos, la ciudad
Participación ciudadana en el presupuesto municipal
1. CAMINANDO HACIA UN VERDADERO
PRESUPUESTO PARTICIPATIVO
MUNICIPAL.
INCIDE
Autoría Colectiva
Solamente tenemos Esperanza
cuando luchamos organizadamente
por lo que anhelamos
Dirección: Calle Bolívar, Parcelamiento Hospital, Quinta Ninoska, al lado del Jardín de
Infancia "Angelitos Negros", Cumaná, Estado Sucre, Venezuela.
email: vivesucre@cantv.net - espes_sucre@hotmail.com
http://derechoshumanosincide.blogspot.com/
Telefax: (0293)4317909
Rif Nº: j-30305623-7
2. ¿Qué implica el derecho de la ciudadanía a decidir el dinero
público del Municipio?
Escuchamos y leemos con frecuencia: “la participación política es un derecho
humano de rango constitucional, que implica tomar parte activa en el proceso de la
formación, ejecución y control de la gestión pública”. Pero, en la vida cotidiana de las
comunidades ¿qué significa e implica asumir la participación como proceso?
La palabra proceso, ante todo, nos recuerda que la participación no se reduce a
un momento puntual, esporádico, que se realiza “de vez en cuando y de cuando en vez”.
Es un camino a recorrer.
El trayecto de este camino puede ser largo y exigente, es decir, lleno de
obstáculos y cuesta arriba, pero siempre es posible transitarlo para conquistar la meta
soñada. En consecuencia, es un camino que nos invita a la perseverancia y al ingenio
creativo.
El camino de la participación no es lineal, siempre igual y por eso no se transita
siempre del mismo modo. Es un camino exigente y diverso, es decir, tiene pronunciadas
curvas e inclinadas subidas, peligrosos precipicios y algunas fáciles rectas.
En algunas ocasiones, también nos encontramos con enormes rocas, árboles
caídos, crecidas de ríos, incómodo fango y hasta con feroces animales, que nos exigen
dar lo mejor de nosotros, utilizando adecuadamente distintas estrategias, experiencias,
conocimientos y habilidades para seguir caminando hacia el horizonte de bienestar que
tanto anhelamos.
Es por estas circunstancias por las que el camino nos exige recorrerlo de diversas
maneras y en diversos momentos: algunas veces caminando, otras veces trotando; en
algunas ocasiones escalando y otras saltando.
La participación es un camino para recorrerlo en ciudadanía y no de manera
individual y solitaria. Sólo estando unidos, respetando a los compañeros de camino,
conjugando los distintos saberes y destrezas, trabajando de manera organizada, con
protagonismo activo y creativo seremos fuerza, seremos Poder, para superar todos los
obstáculos del camino y alcanzar lo anhelado. Ser poder no es lo mismo que ser
gobierno. Lo importante para una ciudadanía es el poder, no el gobierno.
De igual manera, la participación en el ciclo del Presupuesto Municipal, es un
camino que implica tomar decisiones, por lo menos en dos etapas fundamentales, como
ejercicio de la soberanía constituyente.
Una primera fase, que no es un solo momento, sino un conjunto de momentos,
termina con la decisión, desde una lógica de equidad solidaria con los sectores o
comunidades más pobres, sobre cuáles son las necesidades prioritarias que deben ser
3. satisfechas de primero para avanzar hacia nuestro desarrollo sostenible y que, en
consecuencia, debe ser introducida como demanda de la ciudadanía organizada al
Poder Público Municipal.
La siguiente fase, igual de importante y complementaria y que implica también
varios momentos continuos, es exigir al Poder Público constituido que la demanda que
ha sido introducida al Presupuesto de Inversión Municipal sea respetada, aprobada y
ejecutada en las condiciones y en el tiempo acordado.
Utilicemos otras comparaciones para entender el proceso de participación.
El proceso o camino de la participación política de la ciudadanía se parece al
proceso que utiliza un pescador o agricultor para capturar u obtener sus productos.
Un pescador o agricultor, antes que nada, decide libremente ser pescador, ser
agricultor. Es una decisión personal. Se siente realizado con su trabajo, aunque no esté
totalmente satisfecho por las condiciones en que las realiza. Además descubre que, para
obtener una excelente pesca o fructífera cosecha, necesita contar con las herramientas
pertinentes y saberlas utilizar adecuadamente.
La combinación de todos estos factores son los que facilitan el logro de su
objetivo. No basta tener fuertes botes, poderosos motores y excelentes herramientas
para pescar, si antes no decidimos ser pescadores y, luego, aprendemos cómo utilizar
los implementos de trabajo.
Igualmente, para ser un agricultor productivo, no basta tener los tractores y los
instrumentos más modernos. También es necesario estar convencidos de trabajar en el
campo, utilizar los instrumentos apropiados y aplicar las acciones pertinentes, durante
todo el proceso de cultivo.
Así como el pescador y el agricultor necesitan realizar distintas acciones para
conseguir el resultado deseado, igualmente es necesario que nos involucremos
activamente en el proceso del Presupuesto Participativo Municipal.
Muchas comunidades presentan con inmenso entusiasmo y esperanza su
problemática principal a la Alcaldía o a la Cámara Municipal para que sea aprobada en
el presupuesto del próximo año. Pero resulta que después la ciudadanía no se organiza
ni se capacita para dar seguimiento, vigilar y exigir que las obras presentadas y exigidas
sean ejecutadas. Y, al final, resulta que las obras no se realizan porque se desvían los
recursos, o se hacen a medias o se ejecuta cualquier obra menos la priorizada por la
ciudadanía.
La experiencia nos enseña que no basta decidir priorizando las necesidades, si
luego no controlamos. Ni tampoco basta controlar lo que otros han decidido. Ambas
acciones son necesarias. No basta ejercer el Poder Soberano a medio camino, es vital
ejercerlo durante todo el camino, si en realidad queremos transformar las situaciones de
pobreza y mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.
4. El avión de la participación necesita una turbina poderosa y dos alas firmes para
volar hasta lugares inimaginables.
La turbina es el poder de una activa ciudadanía organizada de manera autónoma
que se hace reconocer y respetar como poder primero y originario con decisión
vinculante a todo poder constituido.
Las dos alas son el ejercicio de la decisión y el ejercicio del control.
Entre volar o estancarse en la tierra, no hay decisión posible; necesario es volar.
Construir el avión poderoso de la Participación, con todas las fuerzas creadoras del
Pueblo es un reto impostergable. Es vital participar decidiendo y, luego, participar
controlando.
No basta priorizar las necesidades y presentarlas como una demanda ante la
Alcaldía, si luego no hay una exigencia o lucha organizada de la ciudadanía para que los
órganos contralores del Poder Público hagan el control de los recursos públicos de
manera ética, transparente y eficiente, en vista a poder disminuir los niveles de
corrupción y elevar la calidad de vida de los ciudadanos del municipio.
Así como cientos de pequeñas gotas logran penetrar una sólida roca, que al
principio parece imposible. Igualmente la ciudadanía, de manera organizada y
perseverante, está llamada a incidir en el Presupuesto Participativo Municipal,
destruyendo el inhumano muro de la pobreza y creando condiciones sostenibles de vida
digna para todos, especialmente para las poblaciones más desprotegidas y excluidas.