1. La capacidad calorífica de un cuerpo es el cociente
entre la cantidad de energía calorífica transferida a
un cuerpo o sistema en un proceso cualquiera y el
cambio de temperatura que experimenta. En una
forma más rigurosa, es la energía necesaria para
aumentar la temperatura de una determinada
sustancia en una unidad de temperatura.1 Indica la
mayor o menor dificultad que presenta dicho cuerpo
para experimentar cambios de temperatura bajo el
suministro de calor. Puede interpretarse como una
medida de inercia térmica
CAPACIDAD CALORÍFICA
2. Es una propiedad extensiva, ya que su magnitud
depende, no solo de la sustancia, sino también
de la cantidad de materia del cuerpo o sistema;
por ello, es característica de un cuerpo o sistema
particular. Por ejemplo, la capacidad calorífica del
agua de una piscina olímpica será mayor que la
de un vaso de agua. En general, la capacidad
calorífica depende además de la temperatura y
de la presión.
3. La capacidad calorífica no debe ser confundida
con la capacidad calorífica específica o calor
específico, el cual es la propiedad intensiva que
se refiere a la capacidad de un cuerpo «para
almacenar calor»,2 y es el cociente entre la
capacidad calorífica y la masa del objeto. El calor
específico es una propiedad característica de las
sustancias y depende de las mismas variables
que la capacidad calorífica.1
4. LA ENTALPÍA
La Entalpía es la cantidad de energía de un sistema termodinámico
que éste puede intercambiar con su entorno. Por ejemplo, en una
reacción química a presión constante, el cambio de entalpía del
sistema es el calor absorbido o desprendido en la reacción. En un
cambio de fase, por ejemplo de líquido a gas, el cambio de entalpía
del sistema es el calor latente, en este caso el de vaporización. En
un simple cambio de temperatura, el cambio de entalpía por cada
grado de variación corresponde a la capacidad calorífica del sistema
a presión constante. El término de entalpía fue acuñado por el físico
alemán Rudolf J.E. Clausius en 1850. Matemáticamente, la entalpía
H es igual a U + pV, donde U es la energía interna, p es la presión y
V es el volumen. H se mide en julios.
H = U + pV
Cuando un sistema pasa desde unas condiciones iniciales hasta
otras finales, se mide el cambio de entalpía ( Δ H).
ΔH = Hf – Hi
5. CALOR ESPECÍFICO Y CAPACIDAD CALORÍFICA
El calor específico (s) de una sustancia es la cantidad de calor
necesario para elevar un grado Celsius la temperatura de un gramo
de la sustancia. La capacidad calorífica (C) de una sustancia es la
cantidad de calor necesario para elevar un grado Celsius la
temperatura de una cantidad determinada de sustancia. El calor
específico es una propiedad intensiva, en tanto que la capacidad
calorífica es una propiedad extensiva. La relación entre la capacidad
calorífica y el calor específico de una sustancia es:
C = ms
Donde m es la masa de la sustancia en gramos. Por ejemplo el calor
específico del agua es 4.184 J/g . °C y la capacidad calorífica de 60
gramos de agua es:
(60.0 g)(4.184 J/g . °C) = 251 J/°C
7. • Si se conoce el calor específico y la cantidad de una
sustancia, entonces el cambio en la temperatura de una
muestra (Δt) indicara la cantidad de calor (q) que se ha
absorbido o liberado en un proceso en particular. La
ecuaciσn para calcular el cambio de calor esta dad por:
• donde m es la masa de la muestra y Δt es el cambio de la
temperatura:
• El signo convencional de q es igual que para el cambio de
entalpía; que es positivo para procesos endotérmicos y
negativo para procesos exotérmicos.
8. LA INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA
SOBRE LA ENTROPÍA
• En términos simples, la tercera ley3 indica que la entropía de una
sustancia pura y cristalina en el cero absoluto es nula. Por
consiguiente, la tercera ley provee de un punto de referencia
absoluto para la determinación de la entropía. La entropía relativa
a este punto es la entropía absoluta.
• Un caso especial se produce en los sistemas con un único estado
fundamental, como una estructura cristalina. La entropía de un
cristal perfecto definida por el teorema de Nernst es cero (dado
que el log{(1)}=0). Sin embargo, esto desestima el hecho de que
los cristales reales deben crecer en una temperatura finita y
poseer una concentración de equilibrio por defecto. Cuando se
enfrían generalmente son incapaces de alcanzar la perfección
completa. Esto, por supuesto, se mantiene en la línea de que la
entropía tiende siempre a aumentar dado que ningún proceso real
es reversible.