La penicilina marcó el comienzo de la era de los antibióticos. Antes de su descubrimiento no existía un tratamiento eficaz para infecciones como la neumonía, la gonorrea o la fiebre reumática.
2. Carlos
Enrique
Un Lugar Emblemático Internacional
en la Historia de la Química
Este Lugar Emblemático Internacional fue
otorgado el 19 de noviembre de 1999 al
Museo del Laboratorio Alexander Fleming
en Londres, Reino Unido. También se
reconoció al Centro Nacional de
Investigación de Utilización Agrícola del
Departamento de Agricultura de los
EE.UU y a las cinco compañías
farmacéuticas estadounidenses que
contribuyeron a la investigación en la
producción de penicilina en la Segunda
Guerra Mundial: Abbott Laboratories,
Lederle Laboratories (ahora Pfizer Inc.),
Merck & Co. Inc., Chas. Pfizer & Co. Inc.
(ahora Pfizer Inc.) y E.R. Squibb & Sons
(ahora Bristol-Myers Squibb Company).
3. Carlos
Enrique
Con el uso de la penicilina en la década de 1940 se inició la era de los
antibióticos, y este hito ha sido reconocido como uno de los mayores
avances de la medicina terapéutica. El descubrimiento de la penicilina y
el reconocimiento inicial de su potencial terapéutico ocurrió en el Reino
Unido. Sin embargo, debido a la Segunda Guerra Mundial, los Estados
Unidos desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la producción
a gran escala del fármaco. Este proceso terminó con las limitaciones de
suministro y permitió que la penicilina estuviera ampliamente
disponible y comenzase a salvar vidas.
4. Carlos
Enrique
Alexander Fleming y el descubrimiento de la penicilina
La penicilina marcó el comienzo de la era de los antibióticos. Antes de su
descubrimiento no existía un tratamiento eficaz para infecciones como la
neumonía, la gonorrea o la fiebre reumática. Los hospitales estaban llenos de
personas con infecciones en sangre, contraídas a raíz de un corte o un rasguño,
y los médicos podían hacer poco por ellas, salvo esperar y tener esperanza.
5. Carlos
Enrique
Al regresar de sus vacaciones el 3 de septiembre de 1928, Fleming
comenzó a clasificar placas de Petri que contenían colonias de
estafilococos: bacterias que causan forúnculos, dolores de garganta y
abscesos. En uno de los platos, se fijó en algo inusual. Estaba salpicado de
colonias, salvo por un área donde estaba creciendo una mancha de moho.
La zona alrededor del moho (que luego se identificó como una cepa poco
común de Penicillium notatum) era clara, como si el moho hubiera
secretado algo que inhibiera el crecimiento bacteriano.
6. Carlos
Enrique
Fleming descubrió que su "zumo de moho" era capaz de matar una amplia
gama de bacterias dañinas, como estreptococos, meningococos y el bacilo de
la difteria. Luego encomendó a sus asistentes, Stuart Craddock y Frederick
Ridley, la complicada tarea de aislar la penicilina pura a partir del zumo del
moho. Resultó ser un compuesto muy inestable, y los investigadores solo
pudieron preparar disoluciones impuras, pero que les servían para continuar
trabajando.
7. Carlos
Enrique
Fleming publicó sus hallazgos en el British Journal of Experimental Pathology
en junio de 1929, haciendo tan solo una referencia de pasada a los potenciales
beneficios terapéuticos de la penicilina. En esta época, parecía que su
aplicación principal sería utilizar la penicilina en el laboratorio para separar,
en un cultivo mixto, las bacterias insensibles a la penicilina de bacterias
sensibles a este fármaco. Esto tenía un uso práctico para los bacteriólogos, lo
que mantuvo el interés en la penicilina. Otros científicos, incluido Harold
Raistrick, profesor de bioquímica en la Escuela de Higiene y Medicina
Tropical de Londres, también intentaron purificar la penicilina pero
fracasaron.