El documento habla sobre la unción de los enfermos según la Carta de Santiago. Indica que cuando alguien esté gravemente enfermo debe llamar a los presbíteros para que oren por él y lo unjan con aceite, lo que le brindará fortaleza física y espiritual. Además, si el enfermo confiesa sus pecados, la oración de los presbíteros también le otorgará el perdón de los mismos.