La humillación en el ámbito escolar puede ocurrir de diversas formas, ya sea a través de acciones verbales u otras conductas de los docentes o entre los propios estudiantes. Los juicios y etiquetas aplicados por los maestros pueden afectar la autoimagen de los alumnos y reforzar desigualdades. Los expertos señalan que es obligación de los educadores evitar aumentar las brechas y considerar las limitaciones de los estudiantes como consecuencia de factores sociales, no como un destino personal.