El documento define el cibersexo como una modalidad de relacionamiento sexual sin contacto físico a través de medios como chat o videollamadas. Explica que el cibersexo puede conducir a adicción debido a que las personas buscan excitación cada vez más frecuente y compulsivamente, descuidando otras áreas de su vida. Finalmente, señala que la sociedad de la información ha cambiado el mundo para privilegiar a quienes pueden gestionar datos en entornos digitales y virtuales.