El documento describe la historia del cine mudo desde sus orígenes hasta su desaparición con la llegada del cine sonoro. Explica que el cine mudo carecía de sonido grabado y consistía únicamente en imágenes, y que fue reemplazado paulatinamente por el cine sonoro a partir de la película El cantante de jazz de 1927. También destaca la importancia de la música en directo para acompañar las proyecciones de cine mudo.