La circulación es importante para mantener el equilibrio interno de los organismos y permitir la distribución de nutrientes y la eliminación de desechos. En organismos unicelulares como bacterias y protozoos, la circulación ocurre a través de la membrana celular o mediante movimientos citoplasmáticos y vesículas de transporte. En hongos, la circulación ocurre a través de hifas conectadas. En plantas, la circulación incluye la savia bruta que se mueve a través del xilema y la savia elaborada que