Una ciudad inteligente se define como un tipo de desarrollo urbano sostenible que satisface las necesidades económicas, operativas, sociales y ambientales de sus habitantes e instituciones. Algunas medidas hacia la sostenibilidad incluyen paneles solares, vehículos eléctricos, molinos eólicos y el fomento del uso de bicicletas. La inteligencia de una ciudad se mide por su capacidad de implementar políticas y proyectos para convertirse en sostenible. Las ciudades más inteligentes del mundo son Tokyo,