La civilización inca se basó en una agricultura avanzada que utilizó técnicas como terrazas y sistemas de riego para cultivar más de 70 especies vegetales. Practicaron una economía y una medicina ligadas a la magia y la religión. Construyeron impresionantes obras arquitectónicas como la ciudad del Cuzco y las fortalezas de Písac y Machu Picchu.