2. Definición de ética
Ética proviene del griego Éthos que quiere decir
hábito o costumbre y Êthos que significa
forma de ser o carácter Para poder observar
las diferencias de escritura del vocablo Griego
pongan atención en la acentuación de cada uno
(´ y ^)
La ética es también definida como la disciplina
filosófica que se orienta a la reflexión acerca de
las costumbres y los principios y las normas en
cuyos términos se pretende responder a la
pregunta acerca de cómo en principio debe
vivirse la vida” (Orellana Benado en Pasmanik,
2009).
3. Lapalabra Moral proviene del latín “mos, moris”,
que significa “modales” modos populares de hacer
las cosas”.
Tienerelación con las conductas que se espera de
hombres y mujeres que pertenecen a un grupo,
asociación o sociedad.
4. Ética Moral
• Endógena:está referida a la • Exógena: La moral está determinada
posibilidad que tiene el propio por el grupo es decir mandatos
individuo de construir el carácter, los externos al sujeto que regulan sus
hábitos y las actitudes de vida que conductas.
quiere asumir conscientemente por
considerarlos adecuadamente buenos. • La moral, en cambio, el conjunto
de los usos, las costumbres o las
• Es la disciplina que se ocupa de la prácticas que identifican a una forma
moral, que compete únicamente a los de vida y generan la tradición a la
actos humanos, clasificándolos de cual pertenece. Es una serie de
buenos o malos a condición que sean costumbres o prácticas, cada una de
libres, voluntarios y conscientes. las cuales consiste en actos espacial,
temporal y culturalmente situados
que carecen de las aspiraciones
teóricas o filosóficas. (Orellana,
1994)
5. Tejedor (1992) define estos tres aspectos como
los fundamentales para observar la ética y la
moral en el cotidiano vivir describiendo el modo
circular en que se relacionan. Señala: “en el
carácter arraigan las actitudes y estas
predisponen a los actos; los actos por tanto se
explican por las actitudes y el carácter. Pero, a
su vez, las actitudes se crean a base de
repetición de actos (es decir, se aprenden) y
todas ellas constituyen el carácter (las actitudes
viene a ser los “rasgos” del carácter” (pag. 207)
6. La comprensión de un acto moral, una
actitud moral y un carácter moral, como
características individuales de cada
persona, como el producto de la
socialización que han recibido y el
modo particular de cada uno de hacer
propias estas pautas morales, engarzarlas
en su personalidad y matizarlas según su
carácter, permite aplicar la ética desde
una rama de la filosofía a la cotidianeidad
del ser humano.
7. Se refiere al elemento visible de la moral. Es la
conducta específica realizada en función de
determinado valor moral y, resulta observable y
medible.
Su descripción se puede ejemplificar: “He hecho X
cosa y considero mi acción como buena o mala”.
Una adecuada evaluación de un acto moral, implica
considerar la generalidad de la conducta y no
observar cada caso por separado.
8. Se refiere a la predisposición estable y selectiva
hacia un modo determinado de percibir,
reaccionar y/o actuar. Incluyen además
sentimientos y creencias asociados.
Su descripción habitualmente se ejemplifica con
los sondeos de actitud hacia las elecciones
políticas, ya que en la mayoría de las ocasiones
las personas no votan por ideales políticos sino
por su predisposición a determinado candidato o
porque “siempre han votado por el mismo
partido” es decir, tienen una actitud positiva
hacia ese partido.
9. Se refiere al “modo de ser moral”. Como se
explicó previamente el carácter es el matiz
estable que tiñe los modos de actuar de las
personas.
En el carácter moral se arraigan las
actitudes y él es el origen de sus actos
10. Tantolos principios éticos, como los valores
personales y grupales que agrupan a diversos
colectivos humanos, resultan propios para
ese grupo y si bien, son posibles de ser
argumentados, la ética ni sus principios
entregan respuestas irrevocables a las
necesidades de solución o evaluación de
alguna situación.
11. Es fundamental reconocer el pluralismo de la
sociedad y valorar de la misma manera las diversas
creencias, conocimientos, tradiciones y “formas de
hacer” que en ella convergen.
Ayllón (2003) señala al respecto que en una
sociedad pluralista como la nuestra, con
divergencias en cuestiones fundamentales, se
requiere un esfuerzo común de reflexión racional:
por el diálogo al consenso y a la convivencia
pacífica. Siempre el diálogo es mejor que el
monólogo. La sabiduría popular reconoce que
“hablando se entiende la gente”, y que “cuatro
ojos ven más que dos”.