El documento describe cómo la diplomacia se está moviendo de un entorno de medios masivos a uno de redes sociales. Los líderes políticos ahora tienen cuentas en redes sociales con millones de seguidores, mientras que los líderes chilenos tienen una presencia mucho menor. También discute cómo la comunicación es más efectiva cuando se centra en temas de interés para el público en lugar de las marcas.