El documento clasifica los huesos en cinco categorías: huesos largos, cortos, irregulares, planos y sesamoideos. Los huesos largos son tubulares como el húmero, los cortos se encuentran en el tobillo y la muñeca, los planos protegen órganos como el cráneo, los irregulares tienen formas diferentes y los sesamoideos como la rótula se desarrollan en tendones.