El documento describe las prácticas de reciclaje y gestión de residuos en la antigua Roma. Los romanos depositaban la mayoría de sus residuos como cenizas, huesos y desperdicios de animales en vertederos fuera de la ciudad. También tenían un avanzado sistema de alcantarillado subterráneo que rodeaba la ciudad y desaguaba en los ríos. Reciclaban materiales como cerámica, mármol y metales, y reutilizaban recipientes como ánforas para enterrar niños, construir o aislar té