El uso del tabaco y el alcohol puede afectar negativamente a la enfermedad periodontal. El tabaco aumenta el riesgo y la gravedad de la enfermedad periodontal al dañar los tejidos y disminuir la respuesta inmune. El consumo excesivo de alcohol también está relacionado con un mayor riesgo y gravedad de la enfermedad periodontal al debilitar el sistema inmune.