Este documento resume la historia del Batallón Cívico Atacama y su valeroso comandante Juan Martínez Bustos durante la Guerra del Pacífico (1879-1884). El batallón estaba compuesto por mineros del norte de Chile que sufrieron abusos bajo el gobierno boliviano y buscaban venganza. Bajo el liderazgo de Martínez Bustos, el batallón se destacó por su heroísmo en varias batallas, incluyendo Pisagua, Dolores, Los Ángeles, Tacna y Miraflores
Willhelm Ekdahl: Historia Militar de la Guerra del Pacífico. Tomo I. 1919.Jhonny Antelo Films
Historia Militar de la Guerra del Pacífico entre Bolivia, Chile y Perú.
Tomo I.
Willhelm Ekdahl.
Sociedad Imprenta y Litografia Universo.
Galería Alesandri Nº 20.
Santiago de Chile.
1919.
En el siglo XX surgen pensadores peruanos que aportaron en el pensamiento universal tales como José Carlos Mariátegui, V.R. Haya de la Torre y Víctor Andrés Belaunde. Cada quien desde su espacio político respondió a muchas de las problemáticas de las ciencias sociales que requieren un estudio de la compleja realidad peruana .
Willhelm Ekdahl: Historia Militar de la Guerra del Pacífico. Tomo I. 1919.Jhonny Antelo Films
Historia Militar de la Guerra del Pacífico entre Bolivia, Chile y Perú.
Tomo I.
Willhelm Ekdahl.
Sociedad Imprenta y Litografia Universo.
Galería Alesandri Nº 20.
Santiago de Chile.
1919.
En el siglo XX surgen pensadores peruanos que aportaron en el pensamiento universal tales como José Carlos Mariátegui, V.R. Haya de la Torre y Víctor Andrés Belaunde. Cada quien desde su espacio político respondió a muchas de las problemáticas de las ciencias sociales que requieren un estudio de la compleja realidad peruana .
La Campaña de las Sierra
Sra. Paz Larraín Mira [Página 8]
La historia del Estrecho de Magallanes
CRL. Rafael González Novoa [Página 25]
Don Pedro de Valdivia, el hombre, el soldado, el estadista
Sr. Mario Barros Van Biuren [Página 41]
El pueblo araucano sus costumbres y tradiciones
Sr. LonKo Kilapan [Página 51]
La Guerra de Arauco y la Capacidad Militar Mapuche-Lafkenche
Sr. Alejandro Pizarro Soto [Página 56]
Reseña de la evolución de la formación de la Suboficialidad del Ejército
Sr. Alejandro Pizarro Soto [Página 66]
Historia desconocida de un Plan de Reconquista Española
Sr. Manuel Torres Marín [Página 73]
Iberoamérica, una nación
TCL. Mario Stock Gilabert [Página 81]
Siempre vencedor, jamás vencido
CRL. Julio von Chrismar Escuti [Página 97]
A cien años del caso Baltimore
MAY. Juan C. Stack Stack [Página 103]
Una tergiversación a la constitución y a la Ley
CRL. Manuel Reyno Gutiérrez [Página 115]
Campo de Hielo Patagónico Sur
Sr. Cedomir B. Marangunic D. [Página 121]
Educación en el Heroísmo: historia, tradición, mando y acción.
TCL. Mario E. Larenas Carmona [Página 123]
Descargar Anuario
El GDD. Baquedano en el centenario de su muerte
GDD. Ramón Valdés Martínez [Página 5]
Los errores de la Traza Poligonal en los Campos de Hielo Patagónico Sur
Dn. Eduardo A. García Soto [Página 34]
Campos de Hielo Sur (Reflexiones acerca del protocolo de 1996)
CRL. Julio Von Chrismar E. [Página 45]
La Guardia Nacional de Chile 1808-1898
Sr. Roberto Hernández Ponce [Página 63]
Reflexiones en torno al concepto de héroe y figura histórica
Sra. Ilse Sasso Olivares [Página 74]
50 años de la Base del Libertador O'Higgins
TCL. Luis Komlos Martínez [Página 81]
Expediciones y toma posesión Isla de Pascua
Sra. Carmen Espinoza Abarzúa [Página 95]
Versión militar de las Batallas de Concón y Placilla
TCL. Álvaro Casanova Mora [Página 108]
Doctrina Militar en el acontecer político Sudamericano
CRL. Juan Gallardo Miranda [Página 117]
Paradas militares a través de la Historia
Dn. Sergio Pizarro Soto [Página 127]
Determinación de la fecha de creación del Ejército chileno
Academia de Historia Militar [Página 4]
El Ejército y la República
MGL. Ramón Valdés Martínez [Página 11]
La Conquista de Valdivia: el Gibraltar de América
BGR. Juan de Dios Barriga Muñoz [Página 13]
Evolución Histórica del Ejército de Chile
CRL. Walter Dörner Andrade [Página 27]
El reclutamiento durante la Guerra del Pacífico 1879 - 1884
Sr. Lisandro Aravena Carrasco [Página 40]
Biografía del General de Ejército Ramón A. Cañas Montalva
Academia de Historia Militar (Sede Punta Arenas) [Página 68]
Francisco Valdés Carrera, Presbítero, Capellán y cronista de la Guerra del Pacífico
CRL. Carlos Méndez Notari [Página 93]
La estructura del Ejército de Chile en el período 1892-1910
CRL. Rafael Pizarro Barahona [Página 101]
El precio de la "vecindad"
Academia de Historia Militar [Página 133]
Tacna
CRL. Tobías Barros Ortiz [Página 6]
La Revolución de 1924
CRL. Roberto Arancibia Clavel [Página 17]
Aníbal, la Espada de Cartago
Sr. Sergio López Rubio [Página 26]
Historia de los Emblemas Nacionales de Chile
CRL. Manuel Reyno Gutiérrez [Página 52]
Conmemoración del Sexagésimo Segundo Aniversario de la Tragedia de Alpatacal
CRL. Julio Quevedo Oddo [Página 63]
Los cuatrocientos años de la Araucana
CRL. Héctor O. Barrera Valdés [Página 67]
La lucha político e ideológico y la Seguridad Nacional en la historia reciente
Sr. Arturo Lane Ortega [Página 70]
El ejército en la Armada de Chile unidos en la historia
TCL. (SR). Florencio Infante Díaz [Página 81]
El Pacífico y Chile
CRL. Alberto Marín Madrid [Página 84]
Los mausoleos de soldados veteranos de la Guerra del Pacífico en la I. Región "Tarapacá"
CRL. Sergio Rodríguez Rautcher [Página 98]
La Guerra del Chaco y su conducción
TCL. Edmundo González Salinas [Página 120]
Es un escritor, historiador, biógrafo, crítico, editor, ingeniero, empresario cultural, director de la Editorial Clío y de la revista cultural Letras Libres, miembro de la Academia Mexicana de la Historia y de El Colegio.
Nacional. Enrique Krauze es, por su temple liberal, un polemista, causando enconos y animadversiones entre distintos sectores de la opinión pública. Ha escrito más de veinte libros.
La presidencia imperial traza, mediante el penetrante retrato psicológico de nueve presidentes mexicanos desde Manuel Ávila Camacho hasta Carlos Salinas de Gortari.
Presentación (Pág. 3)
Estilo de Vida en el ejército de Chile durante el siglo XVII
Dr. Eduardo Vargas Cariola (Pág. 6)
De la Protesta Salarial a la Deliberación
Política: Motines Militares en Chile, 1823 - 1830
Cristián Ramírez Rodríguez (Pág. 28)
Las reformas militares del reformado Gustavo Adolfo
GDD. Waldo Zauritz Sepúlveda (Pág. 72)
Chilenos: Civiles y Militares en la Independencia de Cuba
GDD. Roberto Arancibia Clavel (Pág. 86)
Lázaro Nicolás Carnot
GDB. Raúl Contreras Ficher (Pág. 104)
Fotografías del Recuerdo (Pág. 113)
Relación nominal de quienes aparecen en la fotografía (Pág. 114)
Fotografía de la oficialidad del Regimiento "Esmeralda" 7º de línea, después de la batalla de Tacna (Pág. 115)
La Campaña de las Sierra
Sra. Paz Larraín Mira [Página 8]
La historia del Estrecho de Magallanes
CRL. Rafael González Novoa [Página 25]
Don Pedro de Valdivia, el hombre, el soldado, el estadista
Sr. Mario Barros Van Biuren [Página 41]
El pueblo araucano sus costumbres y tradiciones
Sr. LonKo Kilapan [Página 51]
La Guerra de Arauco y la Capacidad Militar Mapuche-Lafkenche
Sr. Alejandro Pizarro Soto [Página 56]
Reseña de la evolución de la formación de la Suboficialidad del Ejército
Sr. Alejandro Pizarro Soto [Página 66]
Historia desconocida de un Plan de Reconquista Española
Sr. Manuel Torres Marín [Página 73]
Iberoamérica, una nación
TCL. Mario Stock Gilabert [Página 81]
Siempre vencedor, jamás vencido
CRL. Julio von Chrismar Escuti [Página 97]
A cien años del caso Baltimore
MAY. Juan C. Stack Stack [Página 103]
Una tergiversación a la constitución y a la Ley
CRL. Manuel Reyno Gutiérrez [Página 115]
Campo de Hielo Patagónico Sur
Sr. Cedomir B. Marangunic D. [Página 121]
Educación en el Heroísmo: historia, tradición, mando y acción.
TCL. Mario E. Larenas Carmona [Página 123]
Descargar Anuario
El GDD. Baquedano en el centenario de su muerte
GDD. Ramón Valdés Martínez [Página 5]
Los errores de la Traza Poligonal en los Campos de Hielo Patagónico Sur
Dn. Eduardo A. García Soto [Página 34]
Campos de Hielo Sur (Reflexiones acerca del protocolo de 1996)
CRL. Julio Von Chrismar E. [Página 45]
La Guardia Nacional de Chile 1808-1898
Sr. Roberto Hernández Ponce [Página 63]
Reflexiones en torno al concepto de héroe y figura histórica
Sra. Ilse Sasso Olivares [Página 74]
50 años de la Base del Libertador O'Higgins
TCL. Luis Komlos Martínez [Página 81]
Expediciones y toma posesión Isla de Pascua
Sra. Carmen Espinoza Abarzúa [Página 95]
Versión militar de las Batallas de Concón y Placilla
TCL. Álvaro Casanova Mora [Página 108]
Doctrina Militar en el acontecer político Sudamericano
CRL. Juan Gallardo Miranda [Página 117]
Paradas militares a través de la Historia
Dn. Sergio Pizarro Soto [Página 127]
Determinación de la fecha de creación del Ejército chileno
Academia de Historia Militar [Página 4]
El Ejército y la República
MGL. Ramón Valdés Martínez [Página 11]
La Conquista de Valdivia: el Gibraltar de América
BGR. Juan de Dios Barriga Muñoz [Página 13]
Evolución Histórica del Ejército de Chile
CRL. Walter Dörner Andrade [Página 27]
El reclutamiento durante la Guerra del Pacífico 1879 - 1884
Sr. Lisandro Aravena Carrasco [Página 40]
Biografía del General de Ejército Ramón A. Cañas Montalva
Academia de Historia Militar (Sede Punta Arenas) [Página 68]
Francisco Valdés Carrera, Presbítero, Capellán y cronista de la Guerra del Pacífico
CRL. Carlos Méndez Notari [Página 93]
La estructura del Ejército de Chile en el período 1892-1910
CRL. Rafael Pizarro Barahona [Página 101]
El precio de la "vecindad"
Academia de Historia Militar [Página 133]
Tacna
CRL. Tobías Barros Ortiz [Página 6]
La Revolución de 1924
CRL. Roberto Arancibia Clavel [Página 17]
Aníbal, la Espada de Cartago
Sr. Sergio López Rubio [Página 26]
Historia de los Emblemas Nacionales de Chile
CRL. Manuel Reyno Gutiérrez [Página 52]
Conmemoración del Sexagésimo Segundo Aniversario de la Tragedia de Alpatacal
CRL. Julio Quevedo Oddo [Página 63]
Los cuatrocientos años de la Araucana
CRL. Héctor O. Barrera Valdés [Página 67]
La lucha político e ideológico y la Seguridad Nacional en la historia reciente
Sr. Arturo Lane Ortega [Página 70]
El ejército en la Armada de Chile unidos en la historia
TCL. (SR). Florencio Infante Díaz [Página 81]
El Pacífico y Chile
CRL. Alberto Marín Madrid [Página 84]
Los mausoleos de soldados veteranos de la Guerra del Pacífico en la I. Región "Tarapacá"
CRL. Sergio Rodríguez Rautcher [Página 98]
La Guerra del Chaco y su conducción
TCL. Edmundo González Salinas [Página 120]
Es un escritor, historiador, biógrafo, crítico, editor, ingeniero, empresario cultural, director de la Editorial Clío y de la revista cultural Letras Libres, miembro de la Academia Mexicana de la Historia y de El Colegio.
Nacional. Enrique Krauze es, por su temple liberal, un polemista, causando enconos y animadversiones entre distintos sectores de la opinión pública. Ha escrito más de veinte libros.
La presidencia imperial traza, mediante el penetrante retrato psicológico de nueve presidentes mexicanos desde Manuel Ávila Camacho hasta Carlos Salinas de Gortari.
Presentación (Pág. 3)
Estilo de Vida en el ejército de Chile durante el siglo XVII
Dr. Eduardo Vargas Cariola (Pág. 6)
De la Protesta Salarial a la Deliberación
Política: Motines Militares en Chile, 1823 - 1830
Cristián Ramírez Rodríguez (Pág. 28)
Las reformas militares del reformado Gustavo Adolfo
GDD. Waldo Zauritz Sepúlveda (Pág. 72)
Chilenos: Civiles y Militares en la Independencia de Cuba
GDD. Roberto Arancibia Clavel (Pág. 86)
Lázaro Nicolás Carnot
GDB. Raúl Contreras Ficher (Pág. 104)
Fotografías del Recuerdo (Pág. 113)
Relación nominal de quienes aparecen en la fotografía (Pág. 114)
Fotografía de la oficialidad del Regimiento "Esmeralda" 7º de línea, después de la batalla de Tacna (Pág. 115)
El Día del Arma de Ingenieros y el Desembarco, Asalto y Toma de Pisagua.academiahistoriamilitar
Entre las tradiciones militares de nuestro Ejército de Chile, como del mismo modo debe suceder en muchos otros ejércitos del mundo, se encuentra la celebración del “Día del Arma, del Servicio o de las diferentes especialidades.” El motivo de tales celebraciones no es otro que recordar algún hecho de relevancia que sea común a la respectiva organización, como lo podrían ser el aniversario de su fecha de fundación, la participación destacada y gloriosa en alguna acción guerrera, o alguna otra circunstancia de tal relevancia que permita darle la señalada denominación.
La batalla de Tarapacá constituyó uno de los encuentros más importantes, pero también uno de los más complejos, de la Guerra del Pacífico. Su desarrollo táctico suele ser difícil de describir, debido a las diversas incidencias que en él tuvieron lugar.
La toma de posesión de esta región por parte de Chile no fue un hecho arbitrario ni carente de sustento jurídico, sino que la única reacción posible luego de la violación del tratado por parte de Bolivia.
Inaugurado el 26 de mayo 1982 como un
Homenaje a los valientes soldados aliados
peruanos y bolivianos que defendieron
con sus vidas la integridad territorial , se ubica en
la panamericana norte a 8 Km. De la ciudad
sobre una basta llanura del cerro Intiorko.
El diseño arquitectónico: arquitecto Julio
Enrique Vargas Giles y Jorge Espinoza
Cáceres.
Las ocho esculturas fueron creación del
escultor :Holger Carpio Dextre ,que
representan la historia de Tacna su
patriotismo ,su resurgimiento y proyección
al futuro
Un ensayo para el patriotismo emocional y pensante de los argentinos. La evolución del concepto del heroísmo en la búsqueda de la verdadera gloria. Apunte para el debate de ideas en la República Argentina en homenaje a los combatientes de Malvinas.
Germania. Años 7 al 9 d.C. En medio del tupido bosque europeo, se desplazaban los “Guerreros Fantasmas”, las antiguas fuerzas especiales de la actual Alemania.
Nuestra Portada. p. 1
Presentación. p. 2
La Presencia del Ejército de Chile durante la ocupación de
Tacna y Arica (1880 – 1929)
Señora Claudia Arancibia Floody. p. 5
La Organización del Ejército en el siglo XIX: Fundamentos
y Evolución en el Período 1830 – 1900
Teniente coronel (r) Pablo Rodríguez Márquez. p. 68
¿Qué llevó a Bolívar a fundar Bolivia?
General de división (r) Marcos López Ardiles. p. 111
Reflexiones Acerca de los Orígenes de Chile, de su Ejército, de
sus Armas, y de sus Unidades. (Extracto del libro Historia de la Artillería)
Teniente coronel (r) Pablo Barrientos Gutiérrez. p. 117
Análisis histórico sobre las causas de la Iª Guerra Mundial
Brigadier (r) Gabriel Alliende Figueroa. p. 123
La Importancia Política de la Batalla de Lircay
Señor Eduardo Arriagada Aljaro. p. 144
Memorias de un Clase Veterano de la Guerra del Pacífico:
el Sargento 2° Augusto de las Nieves Fuentes González.
Soldados dragoneantes Manuel Fuentes Torres y Pedro Fuentes Torres. p. 153
Fotografía del Recuerdo.
Colaboración del contraalmirante don Armando G. Sánchez Rodríguez. p. 164
Homenaje a Ricardo Izurieta Caffarena. p. 165
Homenaje a Sergio López Rubio. p. 167
1. Nuestra Portada. Pág. 7
2. Presentación. Pág. 11
3. Despedida a nuestro ex – presidente, Mayor General Manuel Barros Recabarren Pág. 14
4. Seminario “Movimientos Militares 1925 – 1924.”
a. La Revolución de los Tenientes.
Por Harry Scott Herschkovics. Pág. 17
b. Carlos Ibáñez: La Emergencia de un Caudillo.
Por Enrique Brahm García. Pág. 28
c. Ocupaciones y Preocupaciones de los Oficiales
del Ejército entre 1891 – 1924.
Por Roberto Arancibia Clavel. Pág. 36
5. La Previsión Militar desde el Inicio de la Emancipación hasta la Creación de la Caja de Previsión de la Defensa Nacional.
Por Raúl Dinator Moreno. Pág. 44
6. El comandante Enrique Phillips Huneeus. Creador del primer museo militar y temprano impulsor de la aviación (1859 – 1939)
Por Patricio Tupper León. Pág. 76
7. De Revolucionarios a Libertadores. Los Oficiales Europeos y Norteamericanos en el Ejército de Chile. 1817 – 1830.
Primer Lugar del V° Concurso Histórico para Estudiantes Universitarios. 2012 – 2013.
Por Douglas Barry Wilkins y Patricio Vergara Undurraga. Pág. 87
8. La Historia Militar, Rompiendo Prejuicios.
Por Valentina Verbal Stockmeyer. Pág. 132
Colosos de piedra y sal (José Miguel Caradeuc Gallardo)
1. COLOSOS DE PIEDRA Y SAL
POR JOSÉ MIGUEL CARADEUC GALLARDO
INTRODUCCIÓN
Reducir la historia se hace un crimen para quienes la escribieron con lágrimas y sangre.
Cada paso, cada hecho, relevante o circunstancial son muchas veces la base que sustenta
el triunfo de múltiples voluntades hacia un objetivo común. En tal sentido, es deber
intrínseco para la historia reconocer y valorar ciertas almas que inmortalizaron con sus
hazañas el porvenir de un país completo.
Hablo de guerreros poetas, herederos de una intuición desconocida pero admirada, hijos
del más alto rigor que la vida les impuso ante un desafío que parecía imposible, son
aquellos colosos de piedra y sal, mineros humildes y sensatos, resilientes y aguerridos,
que vieron en sus vidas un propósito trascendental, el amor por quienes amaban, el amor
por un una tierra que enraizaba sus antepasados, y el orgullo inefable de sentir en sus
venas el tricolor nacional.
Mi investigación habla de estos hombres, héroes anónimos, desconocidos, nombres que
se los llevo el silencio, pero que dejaron huellas profundas en las raíces de nuestra
historia. Mi objetivo es que despierten de esas páginas sordas de muchos escritores, y
sean valorados de forma individual, como una unidad de estudio y aprendizaje para
futuros soldados, reconociendo el misticismo clave en el umbral de sus anhelos. Este es el
respeto que se merecen estos y muchos otros hombres que pasan fugaces en las líneas de
nuestra cultura, destaco en este contexto, al batallón Atacama, porque asumieron romper
sus barreras mentales, sus límites e inseguridades, yendo más allá de sus capacidades
naturales, actuando de frente al enemigo, siendo primera línea de contacto, siendo los
únicos y dichosos de ver la muerte a los ojos…
RESUMEN
El objetivo principal de mi investigación erradica principalmente a esclarecer y vislumbrar
la historia, reconociendo una unidad de sencillos hombres, trabajadores y mineros,
forjadores del raudo batallón cívico Atacama. Mi estudio se basó en fuentes sólidas tales
como libros (La guerra del pacifico Charles Varigny, Editorial Pacifico S.A., 1972.),
testimonios de la guerra del pacífico (Oscar Pinochet De La Barra, Editorial Andrés Bello),
documentos y memorias (www.chiletumemoria.cl/, www.laguerradelpacifico.cl/), entre
otros. El método utilizado se basó en un análisis descriptivo de cada batalla de la guerra
del pacífico, extrayendo solo las osadas acciones del batallón Atacama, cumpliendo el
2. objetivo, en esencia que es sin duda reconocer una voluntad abnegada de héroes
anónimos.
JUAN MARTINEZ Y EL BATALLÓN CIVICO ATACAMA
COLOSOS DE PIEDRA Y SAL
Ciento treinta y tres años de historia han transcurrido desde el inicio de la mayor hazaña
épica chilena, llamada “Guerra del Pacífico” en el año 1879. Durante todo este tiempo ha
existido una eterna y ácida rivalidad fronteriza entre las naciones hermanas de Chile, Perú
y Bolivia, la cual se encuentra plenamente vigente, de acuerdo a las próximas resoluciones
que emita los tribunales internacionales de La haya.
La guerra del pacifico ha sido un elemento de distensión permanente entre las naciones
involucradas, convirtiéndose en una contienda que Chile nunca tuvo entre sus objetivos,
sino más bien se vio arrastrado a la luz indesmentible de hechos lesivos a su dignidad, y
ante los cuales supo responder con mucho valor, abnegación y sobre todo eficacia.
No pretende ser motivo esencial de este ensayo ahondar en las razones que
desencadenan esta lucha fratricida entre naciones hermanas, que por lo demás, se
manifiesta en un antagonismo permanente en verdaderas vías de solidaridad y
cooperación.
En este ensayo pretenderemos aproximarnos a la comprensión de lo que pasa por la
mente de tantos personajes anónimos, aventureros, aguerridos y absolutamente
mundanos, que inmolados en la virtud del sacrificio personal y el deber cívico se
transformaron en verdaderos héroes del ejército chileno, inmortalizando su entrega al
servicio de su más noble ideal: La patria.
Los héroes de nuestro estudio no son personajes inalcanzables a la usanza de la mitología
griega – mitad dios, mitad mortal – aun cuando aportan, al igual que ellos, diferentes
modelos de conducta y valores de perfección imperecederos. Tampoco son los héroes que
describe el escocés Thomas Carlyle: “Los Grandes Hombres reciben los nombres de Héroe,
Profeta, Poeta, según la época y lugar, de conformidad con las variedades observadas en
ellos, de acuerdo con la esfera en que se manifestaren. Según este principio pudiéramos
darles muchos más nombres. Indiquemos un hecho importante: que la diferente esfera
constituye el origen de tal distinción; que el Héroe puede ser Poeta, Profeta, Rey,
Sacerdote, lo que queráis, según el ambiente en que nazca. Declaro no tener noción de
hombre verdaderamente grande que no pueda ser todo lo que puede ser un hombre.”1
,
héroes que se muestran como verdaderos forjadores de una civilización. Nuestros héroes,
de sangre criolla, anónimos personajes del batallón Atacama, no tienen la conciencia de
ser forjadores de una civilización, ni son los héroes de Carlyle, no tienen la notable
estridencia de los anteriores, los del batallón Atacama son rudos y sencillos mineros
curtidos por el caliche y el desgastante sol del desierto, son personajes esforzados,
insignificantes y sublimes a la vez, cuya motivación es luchar por una patria que los vio
1
CARLYLE, Thomas. (1841).Los héroes. Londres: Sarpe, cap. 3.
3. nacer, amparados en la protección devota de la santísima virgen del Carmen, su “patrona”
y guía espiritual.
El destacado historiador, don Guillermo Feliú Cruz sostiene: “La guerra de pacífico contra
Bolivia y el Perú (1879-1884), hizo estallar el patriotismo chileno en todas las clases
sociales… Y añade – Especialmente, la eclosión prodújose en las populares en forma
espontánea. Fue incontenible, delirante, explosiva, avasalladora y agresiva. La
movilización de hombres para llevar los cuadros de las fuerzas militares y navales, fue muy
superior a las necesidades de la defensa nacional.”2
En esa delirante vorágine por
enrolarse en las filas de un ejército que va a “luchar por la patria”, surgen los héroes de
nuestro estudio, los bravos mineros del Atacama, intrépidos mineros, hijos del imponente
sol del desierto andino, soldados dispuestos a los más grandes sacrificios y aflicciones que
le imponga la contienda y el destino.
Las acciones del batallón Atacama y su valeroso comandante están cargadas de un
heroísmo sublime, con un derroche de coraje y decisión que lo convirtieron en un cuerpo
militar respetado por sus pares y temido por sus enemigos. Ante esta realidad se da de
manifiesto, de forma natural, preguntarnos el ¿por qué? y el ¿cómo? Hacen estos
hombres normales y sencillos, en el ejército chileno, para transitar por la senda del
heroísmo como virtud de una moral patriótica que les nace del alma, da para preguntarse
¿qué es lo que provoca en sus corazones tanto arrojo y osadía?, en qué minuto forjan su
abnegado espíritu guerrero o en qué parte del camino se autoconstruyen a un plano
superior o trascendente, de inmortalidad, a esa categoría de superhombre de la que
hablaba Nietzsche y la respuesta no requiere de mayor intelectualidad, es simple, incluso
parece obvia: pertenecen a una casta, un linaje, una raza de privilegiados para los cuales la
vida no tiene otro sentido que el objetivo superior de servir a la patria, de entrega
absoluta a esa convicción, acompañado de una íntima y profunda devoción mariana, que
los hace superiores en el combate y la adversidad. Este contexto los hace distintos, les da
una dimensión especial a su lucha, sus valores no son los caudillismos de turno sino
valores imperecederos y nobles. Así se desprende de las palabras del abnegado capellán
Ruperto Marchant Pereira a los soldados del batallón Esmeralda antes de la batalla de
Tacna: “¿Qué he de decir? Sino que acabo de rogar a dios y a nuestra madre santísima que
bendigan nuestras armas. Y fíjense ustedes que hoy es miércoles, día consagrado a nuestra
señora del Carmen, y todos nuestros principales triunfos han sido siempre en día miércoles:
rendición del Huáscar, Pisagua, Dolores”3
.
Si nos remontamos en lo profundo de nuestra historia patria, la primera señal que
encontramos del concepto de desapego a la vida terrenal en aras de un objetivo superior,
es posible apreciarlo en la figura del conquistador don Pedro de Valdivia, hombre
visionario y de probado valor, que se inmortalizó en numerosas batallas europeas que
desarrolló una verdadera política fundacional en un territorio, el nuestro, que estaba
precedido de muy mala fama e infortunios. Su lema familiar, ubicado en el pórtico de
2
FELIÙ CRUZ, Guillermo. (1976). Dos soldados en la guerra de pacífico. Buenos Aires: Francisco de
Aguirre, p. 3.
3
PINOCHET DE LA BARRA, Oscar. (1978). Testimonios de la guerra del Pacífico. Andrés Bello, p. 118.
4. entrada de su casa, en Villa Castuera de La Serena, en la región de Extremadura, así lo
señala: “La muerte menos temida da más vida”.
La fusión de personajes como Pedro de Valdivia y los bravos y corajudos representantes
de la raza mapuche, hicieron del chileno una mezcla que produjo una estirpe guerrera
temida por sus enemigos.
Al inicio de la Guerra del Pacífico el sector de la población chilena que más sufrió
repercusiones individuales y colectivas, fueron precisamente los mineros y trabajadores
chilenos que ocupaban los territorios desde Copiapó a Mejillones, y que llegaron a
representar más del 85% de la fuerza laboral en la industria del salitre. Estos trabajadores
chilenos, orgullosos de su patria, eran constantemente asediados, hostigados y
vilipendiados por la inoficiosa administración boliviana, situación que llegó a producir en
ellos una sed de justicia y un ánimo de venganza por los maltratos sufridos.
De este conjunto de mineros con alma de soldados, agobiados y cansados de constantes e
injustos abusos, que en vez de derrotarlos los hicieron más fuertes en su carácter y
voluntad, son la simiente perfecta que encontró el Comandante Juan Martínez Bustos
cuando se hizo cargo de la organización y preparación del batallón cívico Atacama.
“Al confiscar Bolivia en Abril de 1879 la compañía de salitre, esta paralizó las faenas y
quedaron sin ocupación dos mil chilenos de capitán a paje. En cada uno de ellos el deseo
de vengar agravios y saldar cuentas alcanzó las proporciones de un deber sagrado.”4
Al comenzar la guerra, las filas de nuestro ejército, se fueron engrosando por los
regimientos regulares o de línea y se le fueron incorporando numerosos batallones cívicos
de raigambre popular como el Talca, el Coquimbo, el Navales, el Melipilla, el Zapadores,
entre otros, cuyo propósito se caracterizaba por el fervor patriótico que producía
participar en la proclamada contienda. Justamente uno de los batallones más
sobresalientes en la línea de combate fue el Atacama comandado por valeroso líder Juan
Martínez Bustos.
El carácter cívico de este batallón le permitió canalizar el desencanto general de la sufrida
población minera del norte grande, además de dotarlos de una magistral comandancia y
dirección con oficiales de carrera militar, que se habían distinguido positivamente en
nuestro ejército, como es el caso de Anacleto Lagos, Rafael Torreblanca, Gabriel Álamos
Quiroz, José María Soto, Juan Gonzalo Matta, y el propio Juan Martínez, entre otros
miembros solemnes de nuestro ejército.
Juan Martínez Bustos, héroe de Pisagua, Dolores, Los Ángeles, Tacna y Miraflores, nació
en Chillán en el año 1827. Hijo de don Vicente Martínez y doña Salvadora Bustos. A los 16
años de edad entró al ejército como soldado al batallón Yungay, posteriormente, a los 21
años ya era sargento, rápidamente se destacó por su capacidad militar adquiriendo mucho
conocimiento y experiencia. Entre 1851 y 1859, fue partícipe de la Guerra Civil, apoyando
4
FELIÙ CRUZ, Guillermo. (1976). Dos soldados en la guerra de pacífico. Buenos Aires: Francisco de
Aguirre, p. 35.
5. la facción de Manuel Montt, adquiriendo relevancia en la Toma de San Felipe y en la
Batalla de Cerro Grande. Participó además, en las campañas de la Araucanía y en la guerra
contra España en el año 1866. En el año 1869 fue nombrado Sargento Mayor del Batallón
Cívico de Copiapó, y en 1873 Comandante del Batallón Cívico Navales. Finalmente, en
1877, fue nombrado Comandante General de Armas de Atacama, batallón que le otorgase
la gloria y honor, a través del cual inmoló su vida con el cargo de Teniente Coronel cargo
que le había sido adquirido al comenzar la guerra en 1879.
El batallón cívico Atacama estaba compuesto por un total de 1173 efectivos regulares de
los cuales se componían por 50 jefes y oficiales y 1123 clases y suboficiales, conformando
parte no estimativa de la totalidad del ejército chileno que llegó a contar con 23.623
efectivos aproximadamente. Sin embargo, rápidamente marcaron su sello,
caracterizándose por ser diestros exponentes en el uso del corvo, arma corta y letal,
temida por sus enemigos.
Durante el transcurso de la guerra, la “homérica” gesta de los marinos chilenos, en el
combate naval de Iquique, el 21 de Mayo de 1879, produjo un antes y un después en el
transcurso de la guerra. El fervor patriótico inundó los más recónditos lugares del país y
nadie quería quedarse al margen de luchar por su patria. El batallón Atacama impregnado
de este fervor colectivo, se aprestaba a desplegar su capacidad militar y temeridad ante el
enemigo.
En la toma de Pisagua, el 2 de Noviembre de 1879, se llevó a cabo el primer desembarco
anfibio que recuerde la historia americana, ¿y por qué no mundial?, los bravos del
Atacama fueron los primeros en descender de los frágiles botes al llegar a la playa y
fueron los primeros también, que junto con su capitán Rafael Segundo Torreblanca
Dolarea y enterrando sus duros corvos en la solidez de las escarpadas rocas, lograron
ascender a una cima casi inexpugnable para un soldado común, ya sea por lo escarpado y
filoso del acantilado que coronaba la ascensión, como del constante sonar de la metralla
enemiga, sorteando los cañones de apoyo que tronaba nuestra armada Chilena en la
retaguardia. Su increíble audacia y valeroso empuje diezmó a las filas enemigas que al huir
despavoridas permitieron el ondear majestuoso de nuestro pabellón nacional.
En la batalla de Dolores, 17 días después, el coraje y corazón de los hombres del Atacama
fue igual de trascendente, solo opacado por el martirio devoto del valiente titán de
Tarapacá, don Eleuterio Ramírez Molina, y de Telésforo Barahona Romero, sub teniente y
porta estandarte, ambos del glorioso 2° de línea, quienes ofrendaron la vida en una
dantesca epopeya.
La vida del genial comandante Ramírez y del valiente porta estandarte del 2° de línea, fue
un golpe doloroso al alma nacional y especialmente para las tropas que combatían en la
primera fila, las cuales juraron que tan preciada ofrenda no sería en vano.
A esta altura del desarrollo de la guerra, el Atacama se había convertido en una
disciplinada formación “Espartana”, combatiendo ardorosamente, perforando las
defensas enemigas y llevando el emblema tricolor a lo más alto del honor militar.
6. Todas las acciones en las cuales participó el Atacama, estaban precedidas de una noble
estirpe guerrera, bajo una promesa de una entrega sublime y dotados de una bravura
invencible; virtudes que los hicieron un batallón temible que prestigió a la infantería
Chilena, transformándose con su ejemplo y valor en las bases que sustentan la esencia de
lo que hoy representan los comandos Chilenos, actuales fuerzas de elite de nuestro
ejército.
Definamos un poco al protagonista de esta magna travesía de combates y victorias. Juan
Martínez Bustos, era un chileno medio de aspiraciones comunes, perseverante y capaz,
que vio en el ejército la mejor manera de desarrollar sus virtudes personales al máximo,
comandando sus tropas con decidida y templada convicción, sencillamente, un amante de
su oficio. Su inclaudicable valor, temeridad, y desapego a una vida sin sacrificio, además
de la convicción de sus anhelos más profundos ante un propósito fundamental o superior,
se hace patente en la batalla de Los Ángeles y en la batalla de Tacna, donde incluso la
máxima crueldad de la guerra no estaría ausente en su vida, falleciendo en combate sus
dos hijos Melitón y Walterio.
En la batalla de Los Ángeles, un elevadísimo promontorio que se interponía entre
Moquegua y Tacna cerca del río Torata, al sur del Perú, el día 22 de Marzo de 1880, los
bravos del Atacama, colosos de piedra y sal, escribieron una página brillante en la historia
militar chilena, llenando de orgullo a nuestro ejército con su accionar.
La estrategia del General Manuel Baquedano, estratega simplón y rústico, pero
notablemente eficaz, dotado de gran convicción y seguridad, incluía que las fuerzas del
Atacama embistieran a los soldados de la alianza por el flanco más complejo, inverosímil e
inexpugnable, casi inaccesible, ¿una táctica un poco homicida verdad? lo cual hacía
rebozar de confianza a Peruanos y bolivianos, quienes pensaban animadamente que no
existían soldados capaces de desafiar la bruta naturaleza y el alcance de fuego de sus
cañones.
Los soldados del Atacama, sin importarles su propia vida, saltaron todas las escarpadas e
infranqueables vallas y barreras que le dispuso el adversario, enterrando sus temibles
corvos en el terreno pedregoso, cargando sus fusiles Comblain de fabricación belga y con
un empuje estremecedor sobre sus cuerpos, casi sobrenatural por la adversidad del
terreno, lograron finalmente alcanzar la cumbre, produciendo la incredulidad y dispersión
inmediata de las filas enemigas, que abandonaban atónitos y anonadados sus puestos de
combate, como no pareciendo entender la realidad que los abrumaba.
Parecía algo imposible que personas normales, incluso soldados de probado
entrenamiento, fueran capaces de trepar victoriosos las abruptas colinas. La arremetida
triunfal de los Atacameños, permitía nuevamente que nuestro emblema patrio ondeara
en lo más alto de una cumbre peruana.
El 26 de Mayo de 1880, el Atacama arremetía en Tacna con la misma fiereza e ímpetu que
había mostrado al principio de la guerra, anteponiéndose al cansancio y al desánimo,
7. inclusive, después de haber sorteado a un enemigo prácticamente invisible y tan o más
poderoso que aquellos pertenecientes a la alianza: el desierto.
Las adversas condiciones que le presentó la hostil naturaleza del terreno que va desde
Moquegua a Tacna ( donde no habían caminos trazados) con un desierto de arenas
movibles y traicioneras, sin la menor vegetación, atestados de fiebres intermitentes de
tercianas de frío y calor, con noches escalofriantemente duras, una naturaleza infernal
que desanima a cualquiera, pero que no alcanzó a minar el pundonor victorioso de los
abnegados Atacameños, que alrededor de las dos de la tarde se apoderaban una vez más
de las alturas peruanas, silenciando la metralla enemiga y sus temibles cañones Krupp.
Al día siguiente, el ejército chileno victorioso y lleno de gloria ocupaba Tacna; Quedaba
bajo hegemonía chilena todo el sur del Perú, desde Moquegua a Tacna. Solo quedaba el
territorio de Arica para posteriormente dirigir sobre Lima a los victoriosos batallones, a
esa altura de la guerra, con una elevada moral combativa.
Durante el fragor de la batalla de Miraflores, una ráfaga de metralla enemiga ciega la vida
del valeroso comandante Martínez, mientras conducía a sus tropas de hierro a una nueva
victoria.
Mientras Juan Martínez fue comandante del Atacama, e incluso después de su muerte, la
entrega mostrada en cada combate, su enorme disciplina táctica, su valor sin medida,
transformaron fehacientemente a este cuerpo de infantería en soldados de elite de
nuestro ejército y en uno de los principales protagonistas de esta contienda
supranacional.
Es justamente en periodos de conflictos o guerras donde el alma nacional revive y se
proyecta a límites insospechados, – señalaba el insigne historiador, don Mario Góngora – y
eso es justamente lo que produjo la virtud guerrera del Atacama, que la historia no ha
puesto en su real dimensión.
Si volvemos al concepto inicial de heroísmo que hemos planteado, podremos interpretar
de mil maneras las razones que llevan a hombres comunes a transformarse en héroes, en
modelos portadores de una virtud trascendente, a entender cómo se sobreponen a las
circunstancias que el destino manifiesta en sus vidas, en el profundo e íntimo amor de sus
ideales y al final de cuentas, todas nos conducirán a un denominador común para la
particularidad de nuestro ejército: Un irrestricto amor por la patria que los vio nacer y una
profunda devoción en la Santísima Virgen del Carmen. Este es el verdadero sentido que le
da el chileno a la contienda, que por muy abstracto y subjetivo que pueda parecer, es la
mejor combinación por la que se entregaron nuestros héroes.
No hay razón más valedera y más profunda que rendir la vida por la patria, patria de
nuestros padres y de nuestros hijos, adornada por la indómita sangre araucana en
nuestras venas, que se hizo eco en grandes y probados oficiales que enseñaban el arte de
la disciplina y lealtad a sus dirigidos con increíbles muestras de valor y entrega que los
8. hacían creíbles en la autoridad, amparados en la bendita protección de la santísima virgen
del Carmen.
Los héroes de nuestra historia patria, son el fruto de una combinación de valores de vida
que se mezclaron con la explosiva fusión de razas española y mapuche, con el sello
distintivo de ser guiados por una fuerza superior y divina que los ayudó a transformar las
adversidades en victorias, las desesperanzas en gloria y el presente en futuro.
Conclusiones
La investigación en definitiva es el paso más completo, audaz y persistente por la
búsqueda de una verdad, o al menos de revelar antecedentes que se acerquen a esta. A
través de este proceso, concluyo con éxito mi investigación, ya que sin duda, será material
válido y coherente en nuestra formación profesional militar, encausando una serie de
virtudes que nos tocan sutilmente en lo más profundo de nuestro oficio.
Esta formación disciplinada y feroz se adentra en una concepción mental superior y digna
de aprendizaje, me refiero a la administración del caos, además de estrategias intuitivas
que muchas veces determinaron en contextos de incertidumbre y desesperación, los
caminos más oportunos y fortuitos para alcanzar ciertos triunfos. Esto nos adentra a que
este estudio nos señala herramientas para enfrentar situaciones de suma rigurosidad.
Por último, dejo una interrogante para quienes leen este ensayo, el culto y la devoción a
lo divino, ¿Es un principio real que trasciende en un buen combate?, ¿Por qué los más
grandes guerreros se adhieren a creencias superiores para sortear triunfos y gloria?
¿Existe realmente una relación de amparo protección divino cuando se hace algo bajo un
noble ideal? esto me resulta interesante y no deja de inquietarme, varios autores
sostienen actitudes sobrenaturales en hombres simples, como si algo los empujase a
reaccionar en experiencias complejas, enfatizo en esto, porque sin duda fue un
precedente para los bravos de Atacama, y me pregunto ¿y tú soldado a que te aferras?
Somos libres de elegir nuestro destino, no nuestra existencia.
9. BIBLIOGRAFÍA
La Guerra del Pacífico. Charles Varigny, Editorial Pacifico S.A., 1972.
Dos soldados en la Guerra del Pacifico. Abraham Quiroz, Hipolito Gutiérrez, Editorial
Francisco de Aguirre.
Testimonios de la Guerra del Pacifico. Oscar Pinochet De La Barra, Editorial Andrés
Bello.
Historias de la Guerra del Pacifico. Gonzalo Bulnes, Tomos II y III.
Partes oficiales de guerra.
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