El documento identifica varios factores que predisponen a una persona a ser víctima o agresor de violencia física en una relación, incluyendo tener menos de 45 años, haber sufrido violencia durante la niñez, tener una actitud favorable a la violencia, consumir alcohol, no tener un título universitario, tener bajos ingresos y vivir en Cusco. Estos factores permiten identificar grupos de alto riesgo y trabajar en aquellos modificables para reducir la incidencia de violencia entre parejas.